『𝐌𝐈𝐄𝐃𝐎𝐒』 𝙹𝚊𝚎𝙳𝚘

🕯17🕯

El azabache al sentir los labios del menor, abrió los ojos como dos platos y sintió sus mejillas arder. Con sus manos temblorosas, alejó a Yoon Oh, rompiendo el beso.

–¿Q-Qué fue eso?—

Preguntó Dong Young mientras miraba confundido al castaño, con su mano tocando sus labios. Luego, miró de nuevo hacia la persona que recién había ingresado, estaba en lo suyo, ordenando en el mostrador, junto a una mujer mucho mayor que él, no podía verle al rostro, esta miraba hacia otro lado.

—No sé quién es esa persona, pero no podía permitir que te viera por cómo reaccionaste cuando lo viste.—

Respondió el castaño, haciendo que el pálido con mejillas sonrojadas centrara su atención de nuevo hacia Jaehyun.

Doyoung puso la cabeza gacha y comenzó a jugar con sus dedos. Se volvió a congelar cuando sintió el tacto del menor sobre sus manos, deteniendo su juego de dedos.

–Estas ansioso, relájate. No pasa nada, no te preocupes por nada...—

El azabache miró a los ojos al castaño, quien le sonreía acogedora mente. Pero al sentir la mano de este sobre las suyas, el pálido supo que Jaehyun estaba nervioso , sus manos temblaban un poco, pero decidió no comentar algo sobre eso.

Doyoung suspiró y dijo con una sonrisa un poco forzada :

—Jeno, es mi hermano menor. No le visto en mucho tiempo... creo que cerca de cuatro años... es solo que me sorprendí verlo tan grande e inesperadamente .—

—¿Y eso por qué?—

Preguntó curioso el castaño. Doyoung lo pensó por unos cortos segundos y luego respondió :

—Pues... mi madre no era muy comprensiva, y mi padre no sabía nada de lo que nos ocurría, esa mujer no le contaba nada y siempre le mentía para "no preocuparlo mientras trabajaba". Jeno y yo somos sus hijos, mi madre me regañaba seguido, me culpaba de todo, me decía cosas ... se desquitaba conmigo. Yo nunca supe por qué era así conmigo. Jeno era pequeño, así que no comprendía por qué a veces entraba a la habitación con algún moretón en mi brazo o en las piernas. Yo siempre fui responsable cuidando la casa y mis estudios, nunca supe que hice mal. Cuando estaba a finales de mi secundaria y principios de mi preparatoria, comencé a discutir seriamente con esa mujer... quería arreglar las cosas, pero ella lo empeoraba. No me daba de comer ,  no hacía nada por mí, Jeno a veces me daba de su comida cuando yo no podía cocinar. Pero pronto aprendí a hacerlo. Él era mi hermano menor y nunca le dije sobre lo que me sucedía, no quería arruinarle la infancia o algo por el estilo. Nos llevamos tres años... de aseguro Jeno ya tiene unos... veinte o diecinueve años.—

Jaehyun escuchó atentamente. Ya sabía algo de su familia. Pero, sabía que el Doyoung le ocultaba muchas cosas más, se notaba que quería evadir algunas cosas, aún si el castaño no sabía qué. No preguntó más, se optó por creer esas palabras.

—¿Y si le vas a hablar?—

Doyoung negaba repetidamente con la cabeza.

—De ninguna manera... no sé si mi madre le metió ideas  a la cabeza sobre del por qué me fui de la casa y nunca volví a hablarles.—

Yoon Oh suspiró y comentó :

—A veces las familias son complicadas, ¿no lo crees?—

El pálido asintió un poco decaído y comenzó a mirar a la nada.

—Oye... olvida lo que hice... era nomás para que no te viera... no por otra cosa...—

Dijo el menor después de un silencio que ambos hombres mantuvieron. Doyoung miró a Jaehyun a los ojos , no pudo evitar sonrojarse y desvío la mirada, luego asintió con la cabeza.

- - - -

Jeno había ingresado a su cafetería preferida junto a su tía. Cuando se formaron en la fila para pedir su orden. Se sintió observado. Y decidió voltear para saber si su presentimiento era verdadero.

Giró su cabeza a los lados, y cuando lo hizo hacia su derecha, se encontró a dos hombres desconocidos dándose un beso. Pero no despego su visto por unos segundos al ver la figura de uno de ellos, ese chico era pálido y de cabellos negros. Pero luego negó con la cabeza ignorando sus pensamientos acerca de aquel hombre. Habían muchas personas en el mundo con cabello negro y que sean pálidas.

—¿Qué sucede Jeno? Te noto muy callado.—

La voz de su tía devolviéndolo a su mundo hizo que Jeno sonriera, formando medias lunas con sus ojos, y respondió :

—No es nada, creí que vi a alguien, nada importante. Como sea, ¿qué quieres para beber?—

Ya sentados en una mesa, a un lado de las puertas de entrada y salida, los dos familiares charlaban de lo que habían estado haciendo. Últimamente, Jeno a estado buscando de nuevo a su familia. Su madre había estado cortando relaciones, evitando que el chico de cabellos negros viera a su familia.

En eso, vio a los dos hombres que había visto platicando saliendo de la cafetería. Pasaron por su lado, fue tan corto el momento, pero para Jeno, todo ocurrió en cámara lenta. Viendo detenidamente el perfil de aquel azabache, juraba que era demasiado similar a esa persona que nunca volvió a ver...

—¿Doyoung?—

Preguntó Jeno en un susurro cuando aquellos dos se retiraron.

—¿Qué?—

Preguntó su tía curiosa, pero el azabache sonrió de nuevo y negó con la cabeza.

—No es nada... ¿En qué estábamos? Ah si, ¿cómo está el tío Kangta?—