cuatro

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Cenaron hablando animadamente y riendo. La luz se cortó pasada la media noche.

Liam se apresuró a buscar unas velas. Puso una sobre la mesa encendida. Ellos siguieron hablando, pero la vista de ella estaba fija en la llama.

-¿Estás bien?- preguntó Harry mirándola. Pero ella no respondió, no lo oía, sólo oía los gritos. Los atormentados gritos.

-¿Cristal?- dijo Liam llamándola, pero ella seguía sin responder. Él se puso de pie y la hizo apartar su vista de la llama. Las luces volvieron y ella se apresuró a apagar la vela -¿Cristal qué fue eso?

-E-era de noche. Yo estaba con los señores Jonson y Trebol, su hijo. Vivía con ellos mientras mi mamá estaba en la clínica. Me desperté cuando escuché los gritos. El humo estaba por todos lados, el fuego. Vi a mi mamá al pie de la escalera. Cuando recuperé la conciencia yo estaba en una sala de hospital. Ella había incendiado la casa. Peter, April, Trebol y mi mamá murieron esa noche, quemados.-susurró ella mirándolo a los ojos.-Fue la única vez que la vi fuera del hospital. La mitad de su rostro estaba quemado y no dejaba de gritar. Yo tenía cinco años.

Liam la abrazó con fuerza y ella le rodeó la cintura con ambos brazos.

-Ya no importa.- murmuró ella.- Está bien.

...

Una vez que los chicos se fueron, Liam se sentó junto a ella en el sillón, mirándola.

-Son muy buenos.- sonrió ella.

-Lo sé.- dijo él con algo de tristeza en la mirada-¿Me darías un abrazo, Cristal?

Ella lo miró con una pequeña sonrisa al notar la tristeza en sus ojos, no le gustaba ver mal a los demás. Se acercó y lo rodeó con sus brazos apoyando su menton en el hombro de él. Por su lado, Liam la rodeó fuertemente con sus brazos, cerrando sus ojos.

-Me gustaría haber estado con vos siempre.- murmuró él. - Si lo hubiera sabido, no me habría separado nunca de tu lado.

-Está bien,- dijo ella.- estás ahora.

Él se apartó y le besó la frente.

-Si, y no pienso irme.

...

Esa noche él apareció en mitad de la noche en su puerta. Ella se despertó por una pesadilla y lo vio a su lado.

-¿Te desperté?- preguntó ella apenada.

-No te preocupes. Ya estaba despierto.

-Está bien.- dijo ella refregándose los ojos.-No veo nada,- rió.- bueno algo si pero igual.

Buscó a tientas sus anteojos y se los puso apartándose el pelo de la cara.

-¿Por qué necesitas tanto aumento?- preguntó él.

-Tengo un problema en la retina y eso no me deja fijar la vista sin que la cabeza me duela muchísimo.

-Pero eso...

-Si, es operable con una cirugía laser.- suspiró ella.

-Y no te pareció justo poder ver bien y que los demás no.- dijo él.

-Además no creo que hubiera logrado conseguir tanto dinero.

Liam le acarició el pelo dulcemente.

-¿Puedo quedarme?- preguntó en un susurro. Ella asintió dejándole lugar y volviendo a sacarse los anteojos. Él se cubrió con las sábanas y la rodeó con su brazo. - Estás helada.

Ella soltó una pequeña risita y se acurrucó contra él.

Ambos se quedaron dormidos a los pocos minutos, abrazados.

...

-Levantate, Cristal.- dijo él sacudiéndola. Ella respondió con un gruñido.- Dale que tenemos que ir a un lugar.

Ella se puso sus anteojos y se levantó de mala gana. Bajó las escaleras ya bañada y vestida con unos jeans oscuros y un sweter negro algo grande. Se sentó en la mesa y él le sirvió el desayuno.

-Quiero cambiar mi nombre.- soltó ella.- No sé si estoy registrada en algún lado ni cómo estoy registrada, pero me gustaría registrarme con mi nombre.

-¿Y con qué nombre?- preguntó Liam.- Cristal no creo que sea posible.

-Yo tenía un nombre antes de que me llamaran Cristal.- rió ella.

-¿Cuál?- preguntó él sonriendo. Le gustaba verla reír.- Te suplico que no te pongas Carol. Así se llama mi ex novia.

La chica estalló en carcajadas y tuvo que cubrirse la boca para acallarlas.

-Carol, no.- dijo ella y vio que él estaba feliz, divertido.- Cory. No lo veo como un nombre de hombre y me llamaban así.

-Cory Payne, me gusta.- dijo él y ella se atragantó con su galletita.- ¿Qué? Vas a usar mi apellido, señorita.

-No creí que...

-Claro que sí.- dijo él.- Mi hija tiene que usar mi apellido.- ella le sonrió.- Esperame que le mando a Harry...- buscó su telefono y le mandó un texto.- Listo. Está obligado a ir a registrarte en el registro civil hoy mismo. Es que él tiene las llaves de casa y puede agarrar todo lo que necesite para los tramites, además vos y yo tenemos otra cosa que hacer.

-Eso.- dijo ella.-¿Para qué me despertaste a esta hora? Soy un zombie.

Liam rió y negó con la cabeza.

-Cepillate los dientes. Ya vas a ver.

Ella subió por las escaleras y al bajar lo encontró esperándola con las llaves del auto.

...

Se detuvieron frente al hospital y ella frunció el ceño mirándolo. Él sonrió y la hizo entrar al lugar. Caminaron por los pasillos y él avisó su nombre en una recepción y rápidamente salió un médico. Ella lo miró con los ojos bien abiertos.

-Ni lo sueñes, Liam.- dijo ella.

-¿Qué?- sonrió él.

-Es mucha plata.

-Vos queres ver bien, yo quiero que seas feliz. Averigüé sobre la cirugía y no es riesgosa. Además tengo más plata de la que quiero y me gustaría gastarla en algo que te haga feliz.

Ella entró al consultorio no muy convenvida y empezaron a hacerle varios análisis.

-Si todo sale bien esta tarde te operamos.- dijo el médico.

-¿Tan rápido?- dijo ella sorprendida.

-Tu papá es un gran amigo mío y hoy la sala de cirugías está libre. ¿A quién le molestaría hacer algo así por un viejo amigo?

Ella se quedó muda y él rió.

...

Al salir del hospital ella llevaba una venda en los ojos.

-Cinco días.- dijo Liam.- En cinco días volvemos y van a sacarte la venda.

-¿Y si no funciona?- preguntó ella mordiéndose el labio nerviosa.

-Todo va a estar bien.- dijo él besándole la frente para luego arrancar.

-Sería increíble.- sonrió ella sin soltar su labio.- Gracias de verdad.

-Ah, por cierto, ya estas inscripta en la secundaria Pringston, Cory.

Yo no tengo padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora