cincuenta y cuatro

2.1K 105 1
                                    

El mensaje, ya conocido por todos en la casa, llegó a oídos de Luke, Cody y Nick, quienes no tardaron en aparecerse en la puerta de la casa.

-¿Dónde está?- preguntó Nick.

Ella se asomó tímidamente, había lágrimas en sus mejillas y jugaba nerviosamente con sus manos. Nick se acercó y le tomó el rostro con ambas manos mirándola fijamente a los ojos. No había palabras para describir la situación, sus ojos lo decían todo y sus labios permanecían sellados.

-Te amo.- susurró él y ella le rodeó el cuello con los brazos, acariciando su cabello. Él la miró y luego a sus labios, antes de besarla. Al principio ella permaneció inmóvil, pero luego le siguió el beso como si su vida dependiera de ello, como si allí se encontrara toda la vida que había perdido en algun rincón de una oscura habitación entre confusiones y oscuridad.
Al separarse, juntaron sus frentes. Él esperaba que alguna palabra saliera de los labios de ella pero nada ocurría.

...

Por la noche, Cory se levantó del rincón en el que se encontraba y caminó hacia la habitación de su padre. Se metió entre las sábanas y cerró sus ojos cayendo profundamente dormida.
Cuando Liam despertó, se sorprendió al encontrarla allí, acurrucada entre las sábanas, durmiendo pacíficamente. La rodeó con sus brazos y permaneció ahí. Sentía que se había perdido demasiado de su hija en el último tiempo y quería recuperarla, a ella, a su voz, a su sonrisa, quería que todo volviera a ser como antes.
Cuando ella abrió sus ojos, respiró profundamente, llenándose con el aroma de su padre, de su casa.
Recordando ese momento en que todo estaba bien, se sorprendió a si misma sonriendo y, por un segundo, supo que la pesadilla ya había acabado y sus ojos estaban abiertos.

Yo no tengo padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora