treinta y cinco

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La nena ya se había dormido entre los brazos de su hermano. El funeral llegaba a su fin. Cory estaba entre los brazos de su tío con los recuerdos saltando sobre ella brutalmente una y otra vez.

Esa misma tarde volvieron a Londres. Sophie prefirió quedarse con su abuela dejando a Patt destrozado. En el aeropuerto los esperaban todos.

-Quiero estar solo.- dijo Patt subiéndose a un taxi.

Nick abrazó a Cory y le depositó un suave beso en los labios. Ella recostó su cabeza en el hombro de él con la tristeza dibujada en el rostro.

Por la tarde, salió de casa y caminó hasta el departamento de él. Lo vio salir y correr. Lo siguió lo mas rápido que pudo. El aire frío quemaba sus pulmones, pero a ella no le importaba. Cuando llegó a la orilla del pequeño lago, su amigo ya estaba parado en el borde del pequeño puente.

-Patt no.- gritó pero ya era tarde. Su amigo se había dejado caer con sus pies atados y sus manos inútiles ya que él no sabía nadar.

Cory comenzó a meterse en el agua presa de la desesperación.

-¡Patt!- lloraba y gritaba.-Patt.

Se arrojó el agua olvidando que ella tampoco sabía nadar. Una mujer, que vio lo sucedido, llamó a las autoridades. Vio a la chica sumergirse y salir torpemente.

Cory lo vio, el cabello rojizo de Patt danzaba con el movimiento del agua, sus ojos estaban cerrados y de su boca ya no salían burbujas. Quiso tirar de él pero no había nada que pudiera hacer. Unos brazos la tomaron, sacándola del agua. Ella empezó a toser violentamente incapaz de pronunciar el nombre de su amigo.

-Necesitamos que nos digas tu nombre.- dijo el hombre en la ambulancia.

-Cory Payne.- musitó ella mirando la nada.

El médico le pidió que se recostara y ella obedeció.

Cuando llegaron al hospital, ella ya estaba lista para irse. Liam la abrazó con fuerza y ella empezó a llorar.

-¿Qué pasó, Cory?- preguntó Louis a su lado.

-Patt saltó,- sollozó ella.- no pude sacarlo. Patt se suicidó.

Todos se quedaron paralizados. Liam la aferró con mas fuerza, levantándola del piso, sacándola de ese hospital.

Las lágrimas caían a montones de sus ojos, abrazaba con fuerza a su padre hundiendo su rostro en el pecho de él.

-Mi amor.-susurró él.- Cory, mirame princesita. Estoy con vos, estoy acá, bebé.

-No,- empezó a gritar ella desesperadamente.- no.- su grito era desgarrador.- Patt, no.

Las lágrimas caían de los ojos de Liam mientras la sostenían con fuerza. Ella estaba sufriendo, estaba sufriendo aún mas que cuando Nícolas se fue, mas que cuando perdió al bebé, mas de lo que jamás lo había hecho. No soportaba seguir escuchando cómo lloraba, cómo gritaba, cómo le suplicaba a su amigo que volviera. Cory quería que Patt volviera, pero él ya no podía hacerlo, ya no iba a poder hacerlo jamás.

Yo no tengo padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora