Yo no tengo padre

cincuenta y cinco (final)

Narra Liam
Era raro verla caminar por la casa en silencio, sentía que había fallado. Siempre le prometí estar a su lado y le había faltado en el momento en que mas me necesitó.
Era dificil saber que podría haber detenido todo eso si no hubiera estado cegado por una decepción sin sentido. Mi princesa, nunca voy a perdonarme la forma en que dejé que todo esto sucediera.
Ahora recuerdo aquel primer día cuando la vi en la calle y creí que era Megan. Recuerdo cuando me dijo que no tenía nombre, cuano llegué al orfanato y tuve que romper la puerta para sacarla. Recuerdo la sorpresa que me llevé al descubrir que ella era mi hija. Estaba tan aterrado, no sabía cómo haría para salir adelante y, de lo único que estaba seguro, era que no la dejaría sola, que lo intentaría. Fue la decisión mas importante de mi vida, sin saberlo, la convertí en la pieza mas importante de mi vida. Y hoy... tal vez no hice bien la mayoría de las cosas pero estoy seguro de que nadie la amara tanto como yo.
Ahora, que las cosas comienzan a marchar mejor, no puedo evitar sentir que todo puede destruirse en cuestion de segundos, porque es lo que siempre pasa, todo está bien y, de pronto, el mundo cae sobre nosotros recordándonos que la vida nunca es perfecta.
Camino de un lado al otro de la habitación nerviosamente, sumido en mis pensamientos sobre qué hubiera pasado si yo la hubiera encontrado antes, pensamientos del amor que le hubiera brindado desde el primer dia.
-Dormite, Liam.- bufa Zayn en la puerta y luego se va a su habitación.
Me meto en mi cama, sabiendo que todo estaría bien, al menos por un tiempo. Entonces los siento. Pequeños pasos se acercan a mi puerta y yo sé que ella está al otro lado.
La puerta se abre lentamente y su rostro se asoma, sigilosamente. Sonrío ante la imagen que tengo frente a mi.
Mi hija se acerca a la cama y se mete entre las sábanas con una pequeña sonrisa. La rodeo con mis brazos y ella se acurruca contra mi y, nuevamente, me siento completo, porque si estoy con ella no me falta nada.
-Cantame, papi.- pide ella en un susurro mientras cerraba sus ojos.
La frase que me había dicho en uno de nuestros primeros encuentros, resonaron en mi mente "yo no tengo padre".
Si, princesa- pienso. -Si tenes padre y él te ama con todo su ser.
Aun no sabía si realmente habían salido palabras de su boca pero de todas formas canté.
-You're never be alone- finalicé y cerré mis ojos, sabiendo que Cory Payne se encontraba entre mis brazos y jamás iba a irse.