cuarenta y cinco

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Cada día que pasaba, ella sentía una leve mejora en su vista pero habia evitado tocar el tema porque Harry solía ponerse muy tenso y se molestaba mucho.
-Cory, amor.- llamó Nick sacándola de sus pensamientos.- Tenemos que volver o tu papá va a molestarse.
-Está bien.- susurró ella.
-¿Qué te pasa, bebé?- preguntó él suspirando y acariciándole la mejilla preocupado.
-Nick, ¿Qué te pasó ahí?¿De qué es esa cicatriz que tenes en la ceja?
-¿Qué?¿C-cómo....?
-Nick, estoy recuperando la vista,- suspiró ella.- pero.. necesito saber qué te pasó ahí.
-¿Por qué no dijiste nada?
-Es algo que pone muy nervioso a Harry. No le gusta que lo mencione, él no cree que sea posible que mi vista mejore, pero esta haciéndolo.
-Pero eso es increíble, mi amor.- dijo él con una sonrisa acariciándole suavemente la mejilla.
-Nick, decime por favor con quién te peleaste.
Él bajó su vista y ella le apartó el cabello de la cara, sintiendo como sus ojos se llenaban de lágrimas.
-Era solo... ya esta amor, ya lo hice.
Ella lo besó y él la rodeó con sus brazos dulcemente.
-¿Por qué crees que Harry no quiere que yo vuelva a ver?

-No creo que sea eso, bebé.- dijo él tiernamente en su oído.- Yo creo que él tiene miedo de que algo salga mal.

-Yo también lo tengo,- confesó ella.- pero es difícil aceptar que una de las personas mas importantes en mi vida no puede aceptar que, al fin, las cosas estan saliendo bien.

-Yo creo que tiene una muy buena explicación, bebé. No te preocupes tanto. ¿Si?¿Saben los demás que estas recuperando la vista?- ella negó.- Tenes que decirle, se pondrían muy felices.

Esa tarde ella se sentó con todos en la sala a mirar la televisión. Siempre lo hacía, todos creían que ella solo lo oía pero las figuras cada vez se definían mejor ante su vista. Actalmente, era capaz de leer, aunque eso le daba la vista muy cansada. Harry se sentó junto a ella y la rodeó con su brazo. Cory lo miró a los ojos y vio que las lágrimas se acumulaban en los de El. Harry le acarició la mejilla y ella cerró sus ojos.
Luego de un rato se levantó y se fue a su habitación sintiendo un gran dolor en su interior. ¿Cuáles eran los motivos que tenía Harry para no aceptar que la vista de ella mejoraba?
Se tiro en su cama mientras pesadas lágrimas caían por sus ojos. Las ideas no tomaban lugar en su mente, y sentía que enloqueceria si no le encontraba un motivo al comportamiento de Harry. Se levantó y salió por la ventana para tomar lugar en el techo de la casa y apreciar a Londres desde esa altura. El sol comenzaba a ocultarse cuando una vecina la vio y advirtió a su padre.
-Cory,- llamó Liam asustado.- mi amor, bajá de ahí, por favor. Ay Dios mío, espera que voy a buscarte.
-No es necesario.- susurró ella y miró en dirección al sol que ya había desaparecido por completo. Se puso de pie y caminó con cuidado.
-Cuidado adelante....
-Ya lo sé.- le cortó ella y siguió camino hacia su ventana.
Liam la tomo en brazos, entrandola. Ella sintió como el corazón de él latía frenéticamente en su pecho.
-No vuelvas a asustarme así,- le reprochó él.- no quiero que vuelvas a hacerlo nunca mas en tu vida.
-Papá, estoy bien.- suspiró ella y él notó el dejo de su voz. La miró preocupado y acarició su rostro. Los ojos de ella se fijaron en los suyos.
-¿Cory?- susurró él.
-¿Qué?- preguntó ella.
Él no respondió, solo volvió a abrazarla y le dijo que era hora de dormir, pero lo cierto es que no se había animado a preguntarle si podía verlo, aunque él había sentido que si.

Yo no tengo padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora