cinco

4.8K 226 1
                                    

Liam la llevó a comprarse los uniformes algo dudoso.

-Pero no vas a poder verlos.- dijo él guiándola.

-No me importa si son lindos o no,- rió ella.- vos me tenes que decir si me queda el talle y si quedan decentes. Uno no va a la escuela a modelar.

Él sonrió acariciándole la mano.

-Te quiero mucho.- soltó él.

-Yo tambien te quiero, Liam.

Entraron en lugar y él iba guiándola.

-Buenos días.- dijo una mujer detrás del mostrador.

-Buenos días.- dijo Liam amablemente.- Queríamos comprar el uniforme para ella.

-Claro.- dijo la mujer mirándola de arriba abajo.

La chica se aferró con mas fuerza a la mano de Liam sintiendo la mirada.

-Voy a buscar el talle.- dijo y se fue.

-Tranquila.- dijo Liam en un susurro.

-¿Por qué me miraba tanto?- preguntó ella con un poco de dolor en su voz.

-No lo sé.- dijo él rodeándola con su brazo algo preocupado por la reacción de ella.- Estoy con vos, ¿si?

Ella asintió levemente.

Cuando la mujer volvió él le dijo que los llevaba y que si había algún problema con el talle vendrían luego a cambiarlo. Pagó las cosas y salieron.

-Esperame un segundo.- dijo él volviendo a entrar. La chica se quedó de pie en medio de la vereda sin saber qué hacer. Tenía miedo de moverse y chocar con alguien o caer, ella era bastante torpe en ese sentido y ya había tropezado bastante en sus tres días con la venda.

-Escuche,- dijo Liam a la mujer.- incomodó a mi hija por su forma de mirarla. Ella no tiene nada por lo que tenga que mirarla de esa forma. Me gustaría que la próxima vez no se repita.

-E-está bien.- dijo la mujer con los ojos abiertos como platos.

Liam salió y tomó a Cory de la mano. Ella dio un pequeño saltito y él rió.

-Soy yo, bonita.

-Me asustaste, Liam.- se quejó ella dándole un leve golpe en el brazo.

-Auch.- rió él.

...

Al despertar en la mañana se sentó en la cama desperezándose lentamente. Volvió a dejarse caer en la cama golpeándose la cabeza.

-Maldición.- dijo entre dientes frotándose la cabeza.

Escuchó una pequeña risita a su lado.

-¿Quién está ahí?- preguntó ella haciendo un arma con sus manos.

-Soy amistoso, Cory.- dijo una voz ronca.

Ella se quedó pensativa unos segundos.

-Mierda  - masculló ella.-¿Harry?

-Si.- rió él. - Creo que fue suerte.

-Bastante.- dijo ella.- ¿Qué haces acá?

-Tu papá salió a la oficina por una conferencia a la madrugada y me dijo que te cuidara.

-¿Y te quedaste ahí?

-En realidad no. Es que ya no queda nada para desayunar y vine a esperar a que te despertaras para ver si me acompañabas a comprar algo.

-Claro.- dijo ella parándose torpemente.- Em, necesito ropa está em... No tengo idea, no me acuerdo. Liam me alcanza mi ropa.

Harry rió y empezó a buscar en los cajones. Le alcanzó la ropa y salió de la habitación dejándola cambiarse tranquila. Cuando volvió a entrar la encontró sentada en el piso con su lengua sobresaliendo fuera de sus labios apretados mientras intentaba atarse los cordones.

Yo no tengo padreDonde viven las historias. Descúbrelo ahora