¿Y tú quién eres?[COMPLETO✓]

Una passeggiata speciale

Non siamo soli mai  e anche tu non sarai sola mai / perché lasciarsi andare solo una opinione/ Ci sarà sempre un po'di te in questo cuore...

Y la canción continuaba, porque nada más estar en casa me encargué de descargar tutti i brani de Il Volo que me fue posible...

...Non ho mai cercato amore prima d'incontrare te / e non ti sei accorta / che c'è una danza che ci porta via / ci vedremo al destino che è lontano già per me / ovunque sei vicinissimo.

No sé cómo he podido estar tanto tiempo sin escuchar esta música. Es decir, sigo amando la música latina, pero esto es algo tan diverso, tan singular y... esas voces. ¡Ohh, Dios, esas voces! Aún no logro identificar cuál de los tres canta mejor, se confunden los registros vocales para dar lugar a uno solo. Se funden en una perfecta armonía y el resultado es uno de los sonidos más agradables que puedan escucharse jamás.

Afuera, el ruido de los autos que usualmente se robaban mi paz, hoy me daban igual porque estaba tan concentrada en esa melodía que no importaba nada más. Me coloqué los cascos para poner el mundo en off, y así fue como me quedé dormida en el divano hasta el día siguiente.

El timbre de lo que parecía ser una bicicleta me sobresaltó. Habrá sido un niño, montando abajo, en la calle– pensé. Sin embargo, el sonido persistía por lo que me levanté del sofá y me asomé al balcón con la intención de ver qué pasaba.

Cuando miré al lugar de donde provenía, sólo pude ver al chico de los lentes, que se tapaba el sol que le daba en la frente, con su mano izquierda y con la derecha sostenía un zepelín con un delicado timbre que no paraba de sonar.

Usaba una camiseta negra y unos shorts anchos de poliéster que le otorgaba un estilo muy casual. Esta ocasión, en lugar de los espejuelos usaba unas gafas de sol también oscuras. Sus labios dibujaban una hermosa sonrisa y la manera en que se cubría del sol con una mano lo hacían verse tierno como un bambino piccolo.

–¿Qué está haciendo usted aquí?– indagué desde el balcón, lo más bajo que pude para no despertar a mis vecinos y lo más alto posible para que mi pregunta fuera audible para él.

–¿Estabas durmiendo?– quiso saber él. ¿Cómo lo supo?¡Ay, qué fachas debo tener para que se haya dado cuenta!¡Debo estar toda despeinada y hecha un despojo humano! Ya qué más da, ya me vio de esta manera...–Disculpa por interrumpir lo que sea que estuvieras haciendo y también perdóname por venir tan temprano pero quiero hablar contigo.¿Puedes bajar?

–Espere un segundo– lo único que hice para no hacerlo demorar tanto, fue lavarme los dientes y peinarme un poco, luego bajé las escaleras. Me intrigaba mucho este man, y encima de eso no sabía cuales eran sus intenciones.