•Eres Inevitable•

PARTE VII

Después de aquella noche, ambos decidieron darse un tiempo. Tener el menor contacto posible y evitar encontrarse a solas.

Manuel había decido darle el tiempo y espacio que ella necesitaba para que pudiera aclarar su confusión. En realidad no se habían dicho nada con palabras, pero luego de despedirse esa noche, ya hacía casi mes y medio, ambos habían optado llevar las cosas con calma.

El cumpleaños número 15 de la Beba había sido el primero encuentro luego de que había transcurrido dos semanas de la ultima vez que hicieron el amor. Y ambos habían actuado con la normalidad que podían.
Luego volvieron a cruzarse 2 veces más en el garaje y una en la entrada de sus casas, pero siempre acompañados.

El mundo se estaba volviendo un caos y nadie jamás imagino tener que vivir una pandemia. Pero así estaba la cosa. Un virus había llegado para instalarse en América, y la manera más segura era aislarse.

No se sabía que tiempo iba a llevar esto, pero la cuarentena iba a ser obligatoria.
En un abrir y cerrar de ojos todos los planes por el momento tenían que quedar en stand-by.

Lucero anonada con las noticias que escuchaba, con su celular en mano hablando con su madre y hermano, se ponían de acuerdo con las cosas que tenía agendadas para esas semana y encontrar una manera de llevarlas a cabo sin cancelar, si es que se podía.

Pero no le quedó más remedio que cancelar todo el pendiente que tenía hasta nuevo aviso. Porque el mundo se estaba paralizando.

Un mes después de declararse la pandemia, Lucero buscaba una manera de reinventarse y hacer más llevadero los días de encierro junto a sus hijos.

Manuel por su parte hacia lo mismo, y la suerte de ser vecino de sus hijos, en esta cuarentena le daba la mejor ventaja que un padre divorciado puede tener, verlos cuando quiera y en el momento que desee. Como tanto el cómo su ex mujer no salían a ningún lado, sus hijos se trasladaban de casa a casa sin problemas.

El celular de Manuel sonó con la entrada de un mensaje por whastapp:
Manuel, tengo que hablar contigo. Llámame si puedes.

El corazón de Manuel se aceleró. Quería saltar de emoción, pero su rodilla se iba a quejar.
Quería ya marcarle, pero iba a parecer desesperado. Así que espero unos minutos.

Lucero esperaba impaciente la llamada de su ex marido. Era la cuarta vez que miraba el reloj y ya habían pasado 20 minutos y él ni le respondió el mensaje ni llamo. Que tan ocupado podría estar?
Cuando vio en el reloj que habían pasado 5 minutos más, no dudo y tomo el celular.

Cuando Manuel tomo el celular para llamarla, el nombre de su ex mujer apareció en la pantalla. Y comenzó a reir.

-Bueno?-Contesto.- Justo te estaba por llamar.
-Si?
-Si Lu. Estaba terminando unas cosas.
-Ah, estabas ocupado.
-Si-Dijo entre risas.
-Manuel....
-Dime Lu, de que quieres hablar.
-Neecesito – Suspiro.
-Lucerina todo bien?
-Si, si, es que no sé cómo vayas a tomar esto.
-Dímelo y veremos.
-Necesito que los chicos se queden contigo por unos días.
-Bueno, reinis, tanto suspiro por eso?
-Ehhhh.
-Necesitas soledad?
-No Manuel, me voy a pasar unos días con Micho.

La respiración de Manuel en esos momentos se le congelo.

-Manuel?
-Perdon... Te vas a..
-Si si, voy hacer la cuarentena con Micho en su casa.
-Lucero, no crees que tu y yo...
-Manuel no tengo que darte tantas explicaciones, solo dime si los chicos se pueden quedar contigo.
-Si Lucero sabes perfectamente que si.
-Bueno, Gracias. Hasta Luego.
-Espera Luce...

Pero solo escucho el tono de que la llamada se había cortado.

Se sentía como estúpido, el dándole espacio, y ella lo llama para informarle que iba a pasar días de cuarentena con su novio. Una vez más Lucero se la volvió hacer,

Llevaba varios días analizando la propuesta de su novio de ir a pasar unos días con él en su casa. Al principio la idea mucho no le agradaba, porque seguía sintiendo que engañaba a Manuel, cuando la situación era al revés. Pero luego de pensarlo y pesarlo, decidió que tal vez era la mejor forma de despejar dudas.
Así que estaba dispuesta a pasar un mes completo con su novio, encerrados y solos.
Tal vez asi, sus sentimientos se aclaraban y por fin iba a tener el valor de enfrentar a Manuel y hablar como lo que eran. Dos adultos y no dos adolescentes que se dejan arrastrar por la pasión.