•Eres Inevitable•

PARTE XX

Lucero abandono la casa de Manuel en cuestión de segundos, algo en su interior la alerto, y le dijo que ella no tenia porque soportar esas cosas. Pero al llegar a su casa comenzó a sentir que la relación o lo que tuviera con su ex, había llegado a un puerto muerto.

Sabia que las cosas ya no podían seguir de esa manera, ella debía tomar una decisión, seguir en su modo ciego de continuar con una relación, que ya había perdido la magia que la mantenía en ella, o jugársela por lo que su corazón sentía, si comenzó a sentir que había llegado el momento de apostar todo e intentar lo que era inevitable.

Su lado de mujer sintiéndose dueña de un hombre, comenzó a hervir de celos al solo imaginar a su vecino con Mayte y que le estuviera dando todo tipo de explicación que no debía darle. No era de maldecir, pero en ese momento lo estaba haciendo, porque cometer el error de irse y dejarlos solos. Pero a un le retumbaba la frase de Manuel -May, puedo explicarte-

No entendía que clase de explicación podía darle a una amiga. Por un momento se le cruzo volver a la casa de él, y decirles a ambos que no había explicaciones algunas, le quería gritar a Mayte que la única dueña de Manuel era ella, pero no estaba en posición de hacerlo.

Unos días había de aquel encuentro, y Mijares se encontraba muy ocupado con los preparativos de su concierto, intento varias veces hablarle a su vecina, pero todo quedo en la nada. Pero ella tampoco había dado señales de querer verlo o hablarle, y mas luego de su abrupta salida de la casa. Prefirió una vez mas dejarlo al tiempo.

La conversación que había tenido con su amiga, le había despertado más dudas que certezas. En algo ella tenia razón, Lucero no era una mujer libre.

-Gordo, ella esta en pareja
-No hace falta que recalques algo que ya se.
-Debes darte tu lugar, no eres cualquier hombre.
-No puedo obligarla.
-Manuel por favor, no me hagas enojar.
-May, yo se cuanto me quieres y lo que opinas con todo esto, pero
-Pero nada Manuel, ella no puede ir por la vida jugando a dos puntas, y tu sabes muy bien porque se atreve a tanto.
-Basta Mayte, no sigamos con este tema.
-Esta bien gordo, pero solo recuerda, que tienes que ser tu el que ponga un hasta aquí, y se que la amas, como jamás vas amar a nadie y que es la mujer de tu vida, pero después de todo lo que tuvieron, no debes permitir ser menos ahora por temor a no tener nada.

Todo lo que Mayte le había dicho era verdad, pero en el fondo seguía siendo aquel muchacho inseguro respecto a la mujer que amaba.

Lucero volvió a encontrar el papel, que había tomado del estudio de Manuel, el que había sido el culpable de que ella fuera a la casa y terminaran besándose y que en ese momento llegara Mayte. Al recordar eso su cuerpo se volvió a estremecer del coraje, pero al leer de nuevo el papel el dolor tapaba todos los demás sentimientos.

Saber que Manuel tenia pensado cantar Cuatro Veces Amor con Mayte, la lastimaba mucho. Siempre durante estos años, medio disfrutaba verlo a el cantarla con otras personas, pero en esos momentos sentía que su ex traicionaba el comienzo de su gran historia de amor.
Otra vez tuvo intención de ir a reclamarle lo que la lastimaba aquello, pero la ultima vez las cosas no habían salido nada bien. Y por otra parte Manuel estas tres semanas no había dado señales y desconocía el motivo. No sabia si el estaba esperando a que ella actúe, o no encontraba manera de decirle que estaba en una relación con Mayte.
Y se inclinaba por el ultimo.

Esa mañana de jueves amaneció bastante cansada, porque no había logrado descansar muy bien. Cada vez que cerraba los ojos, se le aparecían su vecino y Mayte en escenas que odiaba.

Se estiro un poco en la cama, y con una actitud que no tenia se paro y decidió irse al gimnasio que había debajo de su casa, para sacar la tensión que todo su cuerpo y mente tenía.

Una hora después, era casi casi Lucero que todo el mundo conocía, al llegar a su casa, Runa la recibió con mucho amor y disfruto ese momento. Al mirar la hora supo que su hija ya estaba en clase virtuales, así que decidió pasar por su habitación para darle los buenos días, pero se encontró con una Lucerito que apenas y estaba despertando.

-Nena, vamos cariño, que vas tarde.
-Ya mama.
-Apúrale, ahora te mando el desayuno. No quiero repetirte que ya tienes que pararte.
-Va va, amika ya lo hago.
Sacudió la cabeza y sonrió ante las palabras de su hija.

Después de un buen baño, mas la actividad física, sintió que su mente estaba mas clara y que hoy podía enfrentar al mundo.
Sin pensarlo agarro su celular y decidió mandar un lindo mensaje:

"Manuelito mucha suerte para la grabación de hoy, 🥳🥳 se cuánto extrañas los escenarios, aunque no es con público, imagina que te estarán ovacionando como siempre, y estaré ansiosa para poder disfrutarlo en casa con los chavos. Eres de mi cantante favorito😋 y lo sabes ❤️💕"

La respuesta no tardó mucho en llegar.

"Mil gracias Lucerito, se que vas a estar echándome porras como siempre. Y te llevo en mis pensamiento y corazón siempre. Te 🤍"

Se estaba sintiendo como una adolescente cuando el chico que te gusta, te dice que te quiere. Tenia ganas de salir corriendo los 20 pasos que los separaba y llenarlo de besos y decirle que ella también lo amaba, como antes, no, mas que antes. Pero no, no era el momento. Ya estaba ideando un bonito plan, para hablar con el y decirle, no, pedirle que lo volvieran a intentar.

Con una sonrisa en su rostro, guardo su móvil y se puso a revisar las pendientes de ese día. Y agradeciendo que por fin su mente le hacía caso al corazón.