PARTE XVII

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Mijares volvió a mirar el reloj por milésima vez, y aún faltaban 15 minutos para que Lucero cruzara esa puerta.
Además de hablar del tema más obvio, tenía mucha ilusión de contarle que había comenzado a preparar un show digital, y lo tenía muy entusiasmado.

Faltando pocos minutos, para que su vecina llegara a su casa, le entra un WhatsApp.

"Manuel, lo siento 😓 tengo un terrible dolor de cabeza. Hablamos mañana. 😘"

"Mejórate reina. Hasta mañana ❤️"

En el primer segundo por la mente de Manuel cruzo que fuera una excusa, pero se aferró a la idea de que si sea cierto. Después de lo que habían vivido en la tarde, quien no estaría con la cabeza explotada.

Lucero después de cortar su llamada con Michel, empezó a latirle la cabeza muy fuerte, se tomó un analgésico y se disculpó con sus hijos por no acompañarlos a cenar y se retiró a su habitación.
Necesitaba espacio, soledad y no pensar en completamente en nada.

Micho le había pedido que se vean para definir la relación o lo que quedaba de ella, en un momento pensado en rechazar la invitación, pero no se le hacía justo, con un hombre tan maravilloso, además fueron muchos años juntos y se merecía la verdad completa.
Y tampoco ella estaba completamente convencida de terminar su noviazgo.

Dos días después de que su ex mujer le escribió para decirle que no iba a ir a su casa, seguía sin dar señales. Y como él no tenía intención de rogarle, tampoco le escribió.

Empezó a enfocarse en su próximo show y dejar a un lado su vida personal. Si ella aún no se sentía preparada, la dejaría. Pero tampoco estaba dispuesto a dejar su vida en stand by.

Comenzó a ver los detalles de lo que quería brindar en este concierto que tenía en puerta. Se la pasaba entre videollamadas y reuniones por zoom con su equipo, eligiendo las canciones y repasando cada idea y viendo qué posibilidad había de llevarlas a cabo.
Pero en su fondo seguía pensando que algo le faltaba, ese viernes por la tardecita decido ya dejar de darle vueltas al asunto, así que decidido desconectar su reunión con el equipo, y les prometió una nueva reunión para el lunes cerca del mediodía.

El sábado por la tarde, su celular empezó a sonar y se alegró ver que su amiga Mayte lo estaba llamando.
Iban hablando de un poco de todo y ella quiso saber cómo iba preparando su show, entonces el comenzó a contarle y explicarle que sentía que algo le faltaba, pero no sabía que...

-Y cantas a dúo con nosotras?
-Tú crees?
-Ps sí. Digo que hagas un par de dúos estaría bueno.
-Si yo lo pensé May, pero tampoco quiero poner en compromiso a nadie.
-Ay Gordo, siempre igual tu. Sabes que con nosotras podés contar.
-Si lo sé, igual y si no es mala idea. Además, vamos a usar todo el protocolo que sea necesario.
-Y seguro que hasta la güera se prende.
-Si May seguro, déjame que analice las cosas, pero seguro si me aviento.

La charla seguido un poco más, y cuando cortaron Manuel se dio cuenta que estuvieron más de dos horas hablando.
La verdad es que le tenía un gran aprecio a su amiga de toda la vida, si era cierto que en su juventud se habían dado algunos besos y él sabía lo que ella había sentido por él. Pero jamás las cosas habían pasado a mayores.
Si luego de su divorcio una vez en si pensó en intentar algo con ella, hasta habían cenado un par de veces. Pero luego comprendido que no estaba dispuesto en ese momento perder la amistad por algo que seguramente no iba a funcionar.

Con el paso de los días Lucero no quiso hablar con su vecino, hasta no definir que iba a pasar con Michel. El viernes por la tarde le mando un audio para que el sábado cenaran, y que ella iba a ir a su casa.

Lucero había llegado a la casa de Michel, y cuando el salió a recibirla por alguna extraña razón ella lo beso. Un beso lento, con ternura y el que tanto la había extrañado la pego a su cuerpo y le correspondía de la misma manera.

-Hola- dijo ella penas separando su boca.
-Hola eterna- le respondió el sonriendo acariciándole la mejilla- ven pasa.

Ella lo tomo de la mano y así entraron a su casa.

La cena fue perfecta, rieron como siempre y ella se sentía en paz como hacía tiempo que no la sentía. Mientras más miraba a ese hombre comprendía que no lo quería soltar, porque él le daba la estabilidad que ella quería, la cuidaba, la protegía y se sentía muy cómoda.

Una voz en su interior le grito cobarde, pero ella no le hizo caso.

-Vida
-Shhh, podemos dejar la charla para más tarde.
-No, quiero decirte que te extrañe.
-Y yo a ti.

En eso momento Lucero sabía que tenía que contarle todo lo que había estado pasando entre ella y su exmarido. Pero sentía temor.

Se levanto y se acercó a él, con ese acto el retiro un poco la silla y ella se sentó en su rodilla y lo tomo por la nuca y apoyo sus labios sobre los de él.

-Hazme el amor-le susurro. 

•Eres Inevitable•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora