23.

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— Yo me voy a casa, puedo irme en taxi.

Giselle se dió la vuelta comenzando a caminar hacia la calle donde esperaba que un taxi pasara, la sangre le hervía y su cabeza le daba vueltas.

— Cuñada, es peligroso que vuelvas a casa, te llevaremos.

— ¡No! — Giselle se volteó drasticamente con el semblante serio, su enojo se elevó al ver a Chris reirse — ¿Y tú de que te ries infiel?

La sonrisa de Chris se borró, se acercó a ella para tomarla del brazo.

—  ¡A casa cariño, no te irás sola!

— Tu no me mandas.

Chris como si fuera muñeca de trapo la levanto del suelo al estilo nupcial caminando con ella al auto al cual entró por la parte trasera con ella en brazos.

— ¡Esto es un secuestro! Dejame Evans.

Chris con todas sus fuerzas la sostenía y en un acto desesperado la beso para callarla, acaricio sus mejillas respirando su aroma mientras Giselle se resistía a besarlo, hasta que mordió el anzuelo; compartieron un lindo e inocente beso para después ambos quedar en silencio; se extrañaban.

Scott en silencio manejó hasta la casa de Chris, al llegar se sorprendió de ver dormida a la mujer en el asiento trasero.

— Dime que no la drogaste o estaremos en serios problemas.

Chris negó con la cabeza mientras tomaba en sus brazos a la chica.

— Esta tan borracha que cayó rendida, gracias por esto hermano.

Scott asintío, ayudó a su hermano a entrar a la casa y después decidió irse, antes de que la furia llamada Giselle despertará.

Chris la llevó a la recamara principal, le quitó los zapatos y la acómodo entre las sábanas, apreció lo hermosa que lucía y después decidió cambiarse la pijama y dormir en el sofa de la habitación por si llegara a necesitar algo; se sentía bien tenerla en casa.

Giselle dormía profundamente de no ser por un bulto canino el cual al sentir su olor corrió hacía ella; Dodger se esmeraba en despertarla.

— ¡Hey! — Giselle aún con los ojos cerrados trataba de librarse de Dodger, hasta que su cerebro despertó por completo se dió cuenta de donde estaba — ¡Dodger basta!

La mujer se incorporó sobre la cama llevandose sus manos a su cabeza la cual daba vueltas, no soportaba la cruda que se cargaba.

Dodger en cambio movia su cola feliz decidiendo acostarse a su lado listo para recibir mimos de la chica quien sonrió al verlo.

—  Yo tambien te extrañe Dodger bonito, mira que guapo te pones cada vez — Giselle jugó con él un rato más hasta que olió el delicioso sabor de tocino y pan cakes, resignada y un poco avergonzada decidió ponerse de pie para darse un baño, necesitaba quitarse de encima el olor a alcohol; su corazón dió un brinco al ver que las cosas que habia dejado seguian en su lugar a pesar de que habian pasado ya unos meses; al sentir sus ojos nublarse desvío aquel pensamiento y tomando una de sus pijamas y ropa interior se metió a la ducha.

Veinte minutos después salió como nueva rumbo al comedor donde Chris le habia servido el desayuno y un delicioso jugo de naranja.

Peace || Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora