Peace || Chris Evans

6.

En el  interior de la capilla el clima estaba frío, fueron recibidos por una barra de bebidas en donde cada quien eligió una bebida con alcohol y prosiguieron a presenciar la ceremonía.

Ambos estaban maravillados del ambiente en el lugar, había música, los invitados lucian emocionados presenciando aquella boda de unos perfectos desconocidos.

Giselle reía sin parar a causa de las ocurrencias del casamentero y del joven matrimonio quienes al parecer eran músicos latinos, tan atenta estaba que no se había dado cuenta que Chris la miraba hinoptizado, comenzaba a enamorarse de cada gesto que ella hacía.

Quiza era el efecto del alcohol el cual habia acechado por completo al actor desde hace un buen de tiempo quien no dejaba de ver a Giselle, aceptaba que sentía envidia de ella, tan fresca, tan frágil pero tan feliz, lo poco que conocia de ella le parecía fascinante; envidiaba su vida normal que llevaba.

— Casemonos Giselle — Chris le susurró al oído a la joven quien se echo a reir pareciendo que aquello habia sido un chiste de muy mal gusto, pero solo era un impulso, una necesidad de saber que se sentía ser normal.

— ¡Estas loco! — Giselle simplemente negó con la cabeza, aquello era una locura, tan solo imaginar casarse con su crush, su actor favorito, era una jodida fantasía.

— ¿Que malo podría suceder Gi? — Chris tomó su mano provocandole un escalofrío— sería divertido.

— Chris no juegues con eso — Giselle lo miro confundida, aquello debia ser una broma, pero el rostro del actor le decía otra cosa, se mostraba tan decidido.

— Es una locura.

— Lo es — afirmó el actor — pero que es la vida sin locuras.

— Somos dos extraños...

— Que se conocerán con el tiempo — Chris tomó con su mano la barbilla de la chica, podía ver en ella miedo reflejado — admite que es una locura parecida a lo que has de escribir o leer.

Giselle asintió anonada por aquellos ojos azules que la veian con tanta intensidad, involuntariamente se mordió el labio, aquello era demasiado, pero ella era aventurera e impulsiva, no iba a desaprovechar aquella locura junto a el mismísimo Chris Evans.

— Espero no arrepentirnos de esto mañana.

— Culpamos al alcohol, ¿Te parece?

Giselle asintió mientras Chris se ponía de pie jalandola con él para salir del salon rumbo a la mesa de informes.

— Pero Chris tu carrera, tu familia, la prensa, los fans, creeme estamos locas.

Chris asintió.

— Lo resolveremos juntos, vamos Gi, hagámoslo — el hombre la miró haciendo un puchero.

— Eres un adulto de treinta y nueve años, pero con esos pucheros pierdes credibilidad — Giselle se permitió acariciar la mejilla del hombre — hagámoslo.

~

Después de haber separado un lugar, ambos fueron guiados a un salon más pequeño e íntimo pues Chris había solicitado seguridad y discreción, se aferraba a la mano de Giselle quien parecia estar sumida en sus pensamientos, rogaba a quien fuera que la chica no se arrepintiera.

Nisiquiera pudieron entablar conversación pues el juez quien oficiaba aquellas inusuales bodas entró anunciando que comenzaría la ceremonia.

Ambos se tomaron de la mano escuchando atentos, se reian de las bromas y bailaban al ritmo de la musica de fondo; todo era tan bizarro y a la vez tan real.