24.

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— ¿Ahora si aceptarás tomar un café conmigo Giselle? — Liam Thompson abordó a la chica quien salía de la sala de juntas; habia sido una jornada exhausta por lo que sólo quería ir a casa a descansar.

— Lo siento Liam, ¿Puede ser otro dia? — Giselle le sonrió.

— ¿Estas cansada por la junta verdad? Que lío que cambien de nuevo todo, mira hagamos algo — al joven se le iluminó el rostro — pidamos comida y en tu casa podemos ver una película, claro invitamos a Sara, puedo llevarte en mi coche.

Liam era un chico guapo, alto, cabello castaño, ojos color avellana y tenia una sonrisa encantadora; supervisor de audio e iluminacion tenia todo por delante.

— Comida china, por favor.

— ¡Vas a probar la mas deliciosa de Los Ángeles!

Ambos se dirigieron a la oficina de Giselle (que más bien era del tamaño de un armario) tomaron las cosas de la castaña y salieron rumbo al estacionamiento donde abordaron el coche del chico.

Giselle había olvidado cuando había sido la ultima vez que había reído tanto; Liam la hacia reir al intentar hablar el español, por casualidad habian coincidido en diversos gustos musicales por lo cual el viaje a casa habia sido exquisito.

Al entrar al apartamento se encontraron con un ramo de rosas rojas y una carta.

—¡Wow, son hermosas! — Liam las vió de cerca — ¿Tienes acaso un admirador secreto?

Giselle sonrió con melancolía, sabia de quien eran, por lo cual decidió ignorarlas.

— ¿No abrirás la tarjeta?

Giselle negó restándole importancia.

— Pondré la película mientras tú pides la comida.

~

— Scott deja de reirte.

Chris Evans miró de mala gana a su hermano quien se burlaba de los notables celos que lo invadian; habían ido a dejar las rosas al apartamento de Giselle y justo al estar por irse observaron que llegó acompañada.

— Amo tus facciones de furia y celos; me imagino lo que has de pensar.

— Llevan más de una hora adentro, ¿De donde salió ese tipo?

Scott se cruzó de brazos.

— Ha de ser un amigo suyo, vamos arranca o ve y hazle una escena de celos.

— Ganas no me faltan.

— Pero no lo harás, asi que arranca, vienes a buscarla mañana, aunque lo mejor es que le des su espacio.

— ¿Y dejarle el camino libre a ese idiota?

— Quiza sólo sea su amigo Chris.

~

— ¡Giselle! ¡Giselle!

La castaña se vió obligada a voltear con la recepcionista del estudio quien caminaba apresurada tras ella.

Peace || Chris EvansDonde viven las historias. Descúbrelo ahora