Peace || Chris Evans

4.

— ¿A que te dedicas Giselle?

Ambos se encontraban comiendo en la terraza de un local de hamburguesas el cual Chris aseguraba que era el mejor lugar para comer aquel manjar; Dodger les hacia compañia recostado sobre el suelo descansando despues de una larga caminata por el cerro.

— Soy bartender en un restaurante en el aeropuerto de mi ciudad, escritora medio tiempo y hago repostería.

Chris alzó la ceja sorprendido mientras le daba un sorbo a su bebida, observó a la chica disfrutar de su hamburguesa a la cual le sonreía.

— ¿Eres de las personas que baila de felicidad cuando esta comiendo? Porque yo si — el actor aceptó gustoso mientras hacia un pequeño baile levantando las manos provocando una risa sonora de parte de la castaña.

— Amo comer y lo disfruto mucho, sabes mi padre me dice lo mismo y le parece muy tierno — Giselle suspiró — amo las cosas simples de la vida.

— Ya veo, por ejemplo el estar comiendo hamburguesas en Beverly Hills en una terraza conmigo, es tan simple y ordinario que me agrada — Chris comió una de sus papas — cuentame mas de ti, imagino debe ser interesante trabajar en un bar.

— Es toda una odisea, hay días buenos, días malos, pero me encanta, gracias a mi trabajo puedo viajar y conocer el mundo.

Giselle bebió de su refresco sin dejar de mirar a Chris, seguía sin creer que lo tuviera frente a ella, luciendo tan casual y ordinario.

— Es un trabajo honesto y difícil, imagino debes tener mucha paciencia, yo creo que no soportaria un trabajo así.

La chica abrió la boca sorprendida mientras Chris se cruzaba de brazos.

—¡Debes estar bromeando! ¿Entonces como lidias siendo actor? Debe ser muy complicado.

— Lo es hasta donde uno lo permite, por eso mi vida es muy privada, muy mía.

— Y eso es bueno, con que tú seas feliz, me basta.

Chris asintío.

— Gracias por eso Gi.

— De nada Señor Evans — exclamó Giselle con una risa burlona.

~

Giselle escuchaba atenta la radio la cual tocaban una canción de "The killers" la cual realmente estaba disfrutando, el aire fresco golpeaba su rostro mientras sus cabellos castaños revoloteaban alrededor de su cabeza, la tarde caía en el cielo pintando de tonos rojizos y lilas creando una obra maestra.

Chris manejaba atento por la carretera, de sorpresa le había propuesto una descabellada aventura a Giselle.

—¿Le darías otra oportunidad a Las Vegas? — Chris preguntó mientras aparcaba su auto frente al lugar donde Giselle se hospedaba — debo confesar que tengo años de no pisarlo.

La castaña lo miró incrédula estudiando las finas y bellas facciones del hombre quien la miraba fijamente.

— Si algún día volviera a regresar, lo haría.

— Hazlo ahora, conmigo.

Giselle abrió la boca haciendo un gesto bastante chistoso provocando una risa sonora del hombre quien aplaudió sacandola del trance en el que habia caído.

— ¡Estas loco! ¿Pretendes ir a Las Vegas con una desconocida?

— No eres una desconocida, eres mi amiga.