America's New Bride to Be. [Terminada]

11. Stand by Me.

Peaches.

La pequeña reunión de bienvenida se convirtió más bien en un tipo de fiesta, como las típicas fiestas clandestinas de la escuela, poca gente, pero mucho licor.

Mientras Jacky, Freddie y Mary tonteaban un rato, Jane y yo platicábamos de la vida. A decir verdad, era todo lo contrario a John, sus ojos verdes y misteriosos contrastaban mucho a los tímidos de John, eso sí, tenía una belleza impactante, Dios, al lado de mis amigas yo me sentía una hormiga. Y es que esa chica es de estatura alta, cuerpo bien formado y torneado, todo en su lugar, de verdad, era todo lo opuesto a John, pero se veía que se atraían el uno al otro. Resulta ser que se dedica a las relaciones públicas, y la verdad tenía todo el perfil.

-¿Entonces te arriesgaste a viajar con los chicos?- Me preguntó sorprendida.

-Así es, sin pensarlo.

-¿Y no te pusiste a pensar en la posibilidad de que fueran asesinos seriales?

-Fue un completo disparate, ¿verdad?

-Sí nena, pero... Supongo que valió la pena.

-Por la pena que valió- Jane y yo brindamos, y se nos unieron Jacky y Mary, así fue como hicimos nuestra propia fiesta de chicas.

Una horrenda resaca me hizo despertar, pero algo, o más bien, alguien, me impedían levantarme. Voltee despacio y vi a Brian abrazado a mi cintura, desnudo del torso y sólo con sus calzoncillos puestos. No lo podía creer, yo igual estaba solamente en bragas y con una camiseta de él. Al parecer no me sentía dolorida, ni había rastros de sangre, por lo tanto no pasó nada, ¿o sí? No todos los cuerpos son iguales. Vi a Jacky abrazada de Roger, pero confío que no hicieron nada, primero se corta un seno antes de engañar a Yeepy.

John y Jane estaban dormidos, desnudos, cubiertos sólo con una sábana en el sillón. ¿Quién diría que el chico tímido de Queen sería una máquina sexual?

El vómito no se hizo esperar, afortunadamente me encontraba cerca de la tarja de la cocina y saqué todo lo que mi cuerpo no necesitaba.

-Buenos días, preciosa.- Brian apareció en el umbral de la cocina haciendo que me asustara.

-Buenos días. ¿Tienes café?

-Sí, justo aquí...- Se paró frente a mí y sin esfuerzo alzó su mano para alcanzar el café, sentí su olor tan varonil y el calor de su cuerpo tan cerca, que no pude evitar abrazarlo.

-No tienes una idea de lo mucho que te extrañé Brian...- Lágrimas necias caían de mis ojos.

-Peaches...- Me abrazó aún más hacia él y comenzó a suspirar.- Yo sabía que no te iba poder olvidar.- Intentó besarme, pero negué con la cabeza.

-No me he lavado los dientes, además, tienes novia.

-Ambas cosas se pueden solucionar. Vístete. Si te veo un segundo más esas hermosas piernas, no respondo.- Inevitablemente esas palabras hicieron que algo ahí abajo se acalorara.

-Tú no me das órdenes, Brian.

-No es una orden, quiero invitarte a desayunar, y la verdad verte en bragas me está volviendo loco.