31. Fate.

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Nueva Orleans, 29 de abril, 1999.

¡Mamá! ¿Has visto mi chaqueta de mezclilla?— Preguntaba la joven Iris mientras sacaba de su clóset bonches de ropa.

—Aquí está, cielo...— Intervino Lucy entregándole el atuendo talla chica.— Aunque yo opino que deberías ir un poco más formal, es una convención de arquitectura...

—Madre, soy universitaria, podemos llevar lo que nosotros queramos usar. Papá y tú me criaron para sobresalir no para ser igual al resto. Voilà!— Exclamó la rubia mientras se acomodaba la chaqueta y bailaba en sus tenis converse negros.

—Ciertamente así es, amor. Pero ese tipo de convenciones son portales para generar empleos.— Le explicaba mientras acomodaba su blusa corta a tal grado de que no mostrara la perforación en su ombligo.— Si tu padre te llega a ver ésta cosa...

—Mi padre ya no vive con nosotras, mamá... Relájate, en la convención habrá una conferencia sobre jardinería y arquitectura. Pienso que no es necesario ir con un traje sastre y tacones de quince centímetros...— Al decir ésto se ponía labial color vino en los labios.

—Como quiera lucirás hermosa, princesa. Ya no me meteré...— La feliz madre acomodó el cabello de la chica, quién lo llevaba a la altura de los hombros y se le formaban ligeras ondas naturales.

Al llegar a la universidad de Tulane, Iris se encontró con su primo Jamie de veintiun años, quién al ser cuatro años mayor que ella se encontraba en el penúltimo grado de su carrera como ingeniero en mecatrónica. Sun-hee, por su parte, era una hermosa joven de veintitrés años casada con un prestigioso abogado, a quién conoció mientras le practicaba primeros auxilios, siguió los pasos de su padre, pero se especializó en medicina general.

—¿Qué hay, Ellie?— Se acercó el castaño con rasgos asiáticos a su adorada prima.

—Sabes que odio con mi alma que me llames por mi segundo nombre.

—Prácticamente es el diminutivo de tu segundo nombre. ¿Lista para la conferencia?

—Podría decirse, no es que defina el resto de mi vida o dependa de algo. Simplemente la asistencia me va a ayudar a elevar el puntaje de mi evaluación.

—Pero llevas buenas calificaciones...

—Para Iris Adams nunca es suficiente.

—Te veo en un rato entonces. Mamá hará pastel de chocolate.

—No me lo perdería por nada.— La pequeña joven se despidió de su querido primo y se dirigió al auditorio de la facultad.

Al entrar, un joven con estatura de 1.87 aproximadamente, y muy guapo, se encontraba exponiendo sobre los principios de la jardinería hasta la jardinería moderna. Y de no ser porque era bien parecido, Iris no habría prestado atención. Algo le decía que debía estar presente en esa conferencia, por puntos extra no era necesario, debido a su alto coeficiente intelectual, entró a la universidad a punto de cumplir los diecisiete años.

—¿Alguien tiene alguna pregunta sobre lo que acabamos de exponer?— Cuestionó el chico aparentemente británico, lo cuál hizo que la mayoría de las chicas, incluída Iris, alzara la mano. Y de entre todas ellas, la chica desaliñada llamó su atención.

America's New Bride to Be. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora