33. Choices.

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Brian

En un momento de deliciosa fatiga abracé a Peaches, quién volvió a ser mía después de aproximadamente veintidós años.

—Se me había olvidado lo bueno que eras, Brian...— Suspiró recostándose en mi pecho.

—Yo nunca olvidé lo que se sentía estar contigo. Mis sentidos se bloquearon por completo después de ti...— Alzó una ceja divertida y se incorporó, cubriendo su aún bien formado cuerpo a pesar de la edad.

—¿Estás tratando de seducirme?— Sonrió.

—Sólo un poco...— Le tomé el rostro y la besé.

—¿Qué va a pasar ahora con nosotros? Yo tengo mi vida acá, tú en Inglaterra...

—Podemos hacerlo funcionar, después de todo, nuestros hijos ya se encargaron de lo difícil, que fue reunirnos.

—Aún no puedo creer las cosas del destino. Nos casamos, hicimos nuestra vida, tuvimos hijos, y se enamoraron...

—Yo sabía que Jimmy vendría a Nueva Orleans, pero jamás en la mente se me pasó que terminaría enamorado de tu hija... Definitivamente me encantan las sorpresas de la vida.— Sonreímos y nos unimos en un corto beso.

Pasó el rato y decidimos terminar de preparar una deliciosa cena, James y Iris nos habían dado demasiado tiempo para disfrutar el reencuentro pues ya pasaba de las ocho de la noche y aún no volvían.

—¿Cómo es eso de que Queen es del diablo?— Inquirí divertido haciendo que Lucy me mirara avergonzada.

—Oh, Iris...— Susurró.— Exactamente ¿Qué te contó?

—A mí nada, se lo dijo a mi hijo y cuando ibamos llegando acá me dijo que agradeciera que su padre no viviera con ustedes o se la llevarían a un convento, Jimmy me contó el resto.

—Realmente de eso me enteré hace poco, Terry no era tan tonto como para ponerse de acuerdo conmigo y decirle a nuestra hija que la música de ustedes era satánica. Y debo agregar que en cuánto supe lo llamé furiosa. Porque él nunca pudo entender que ustedes eran parte de mi vida. Iris nunca tuvo a bien preguntarme quienes eran, pero sí supo que tuve un gran amor antes de su padre. No le conté a fondo porque mi hija, como te diste cuenta, es muy parlanchina, y le iba a contar a su padre a como diera lugar, y aunque bien es evidente que nunca te deje de amar y jamás amé a Terry como a ti, no quería herirlo.— La comprendí, puesto que a Chrissie nunca más le nombré a Peaches desde la última vez que la vi.

Los chicos llegaron tomados de la mano una hora después. Precenciamos su primer beso y decidimos que no queríamos importunar más.

—¿Habrá problema si te vuelvo a ver?— Pregunté ansioso tomando sus pequeñas y delicadas manos.

—Puedes venir cuando quieras, Brian.— Se levantó de puntitas y me dió un beso en la comisura de la boca.

No podía entender cómo había vivido sin ella todo éste tiempo.

Peaches.

—¿Me lo juras?— Inquirió una madura y preciosa Jacky mientras le daba un sorbo a su café.— ¿Y fue tan bueno como antes?

America's New Bride to Be. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora