America's New Bride to Be. [Terminada]

15. Sheer Heart Attack. Pt 1.

Brian.

Habían pasado ya dos meses, por lo tanto, faltaba menos para volver a ver a Peaches, ya estábamos ensayando para el próximo tour y el lanzamiento de nuestro nuevo álbum.

Fue muy difícil llevar una relación a distancia, sobretodo por la diferencia de horario, de repente por su trabajo no podía llamarla, o llegaba muy cansada del mismo, nos desvelabamos hablando cuando podíamos, nos mandábamos cartas, pero no era lo mismo. Estaba ansioso por volver a verla.

—Brian, querido...— Freddie tocó la puerta de mi habitación, que se encontraba entreabierta, y con un ademán lo hice pasar.— Ya todo está listo para que te vayas ésta misma noche a América, ¿seguro que no quieres que te acompañemos? Al menos Roger...

—No Fred, de verdad, estaré bien, los veré allá en 6 días...

—Confío en ti, amor... Me voy, Mary y yo tenemos que ir a comprar mis vestuarios.— Mandó un beso al aire y salió de la habitación. A veces me pongo a pensar que esa actitud afeminada en Freddie es sospechosa, pero así es él y lo amábamos.

Terminé de empacar lo necesario, íbamos a tener una gira de casi 4 meses, pero empaqué sólo para dos semanas, y si necesitaba algo de ropa ya podía darme el pequeño lujo de comprarme algo. Fui al estudio como de costumbre, ensayamos un poco, y Roger me llevó al aeropuerto.

—Llama en cuanto estés allá por favor, Brian.

—Descuida, Rog, les estaré llamando hasta que nos volvamos a ver.— Nos dimos un abrazo apretado y abordé el avión.

Iba a estar llegando con Peaches en menos de 24 horas, ya estaba ansioso por abrazarla. Sería un viaje largo.

Peaches.

Los dos meses más largos que había pasado en mi vida, pero al fin volvería a ver a Brian. Desde que volvimos del viaje Jacky y yo decidimos mudarnos juntas, y no, no hago mal tercio, In-yeop tiene guardias en el hospital, por lo tanto, le hago compañía a mi amiga mientras él no está. Estaban planeando casarse cuando naciera el bebé, que nacería en unos cuantos meses más, a mi amiga ya se le notaba su pequeño bulto en el vientre y era lo más adorable que había visto en la vida. Sus padres se enojaron, pero duró poco como bien dijo Jane, mientras su novio respondiera nada afectaba.

En cuanto a mí, no había día que deseara con mi vida volver a ver a mi novio. Pero si esperé dos largos meses, no veo el por qué no aguantar unos días más.

—Amiga.— Llegó Jacky canturreando con un par de bolsas de papel.— A que no adivinas, abrieron una nueva tienda de adornos y disfraces a unas calles de acá, y compré todo lo necesario para la fiesta.

—No te hubieras molestado, linda.

—No es ninguna molestia, al contrario. Debemos ser buenas anfitrionas.— Sacó de una de las bolsas unos sombreritos de cartón, lentes de sol con figuras, popotes de colores, vasos fosforescentes, serpentinas y confeti.

—Bueno, supongo que tenemos mucho trabajo por hacer.

—Así es, por cierto, ¿No te ha dicho Brian cuándo vendrán?

—Al parecer llegan el viernes...— Me encogí de hombros, faltaban 6 días más.

—Bueno, pues supongo que es hora de que yo me vaya a dormir... A casa de mis padres.

—¿Qué? ¿Por qué?— Pregunté confundida mientras a mi amiga se le notaba sospechosa.

—Pues... Mamá quiere verme.

—Vivimos a 4 cuadras.

—No sé, Peaches, pero iré a dormir con mis padres. Te amo, y te ama bebé...— Subió corriendo a su habitación y yo realmente no entendía qué pasaba por la cabeza loca de mi amiga.

Al poco rato se fue Jacky, decidí sacar a Paulie al baño antes de meternos a dormir, y sí, mi perro duerme conmigo.

—No te alejes tanto bebé...— Mi adorable cuadrúpedo peludo y blanco me movió la cola y se echó a correr.

Pasó el rato, y Paulie no volvía, y cuando mi perro se ausentaba era peor que una madre angustiada porque sus hijos no aparecieran.

—¡Paulie! ¿Dónde estás, travieso?¡Paulie! Más te vale que vuelvas o duermes en el piso...

—¿Se te perdió tu amigo?— Mi corazón dio un vuelco al escuchar aquella voz. Y voltee a ver a quién traía cargando a mi perro Maltés.

—¡Brian! Amor...— Corrí alegre de ver a mis dos seres vivos favoritos juntos. Lo besé con demasiada desesperación. Ahora entendía por qué mi amiga se fue a pasar la noche a donde sus padres.— Cielo, pensé que te vería hasta dentro de 6 días.

—No podía estar más tiempo sin verte, te ves más hermosa...

—Y mírate, te creció el cabello aún más...— Dije mientras acariciaba sus preciosos rizos.— Vamos adentro, te debo trescientos un besos.

—¿Nada más? ¿No me merezco otros mil por venir antes?

—Tienes razón, pero me gustaría aumentar la cantidad a dosmil.

Mi apuesto novio asintió mordiendo su labio y acariciando a mi perro por la cabeza con euforia, entramos a la casa y dejó a Paulie andar por ahí mientras nos besábamos topandonos con lo que fuera. Me quitó la chaqueta de mezclilla que traía puesta y yo me deshice de su chaqueta negra, dejándolo sólo con su camisa blanca desabotonada. Mordía mis labios mientras yo recorría con mis manos su pecho, haciendo énfasis en su varonil vello. Me recostó en el sofá, alzó mi vestido y me quitó la ropa interior, dejándome totalmente expuesta ante él.

—Quisiera intentar algo...— Dijo con voz ronca, y aunque no era muy experta en el sexo, creía saber a lo que se refería, Jane me contó que John una vez se lo hizo. Separó mis piernas y pasó su lengua por mi centro, haciendo que me levantara un poco, se sentía tan bien, que no pude evitar tomar su cabello para atraerlo aún más a mí. Sentía muchísima electricidad en mi cuerpo, era la mejor sensación de la vida. Decidí, al momento de llegar, que quería cambiar el rol, e hice lo mismo con él, saboreandolo por completo, era muy grande. Al terminar de darnos estimulación oral, decidimos hacernos uno solo. Debíamos compensar los 2 meses que no nos vimos y lo estábamos haciendo de la mejor manera. Acabamos al mismo tiempo, afortunadamente yo me estaba cuidando con píldoras, por lo tanto no había problema en que me llenara de él. Acabó con sus rizos pegados en la frente y yo con la piel ruborizada.

—Bienvenido a América, mi amor...— Sonrió mostrándome ese ardiente colmillo que me volvía loca y me besó.

Fue la mejor noche de mi vida. Aunque, todavía no acababa.

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Pidoperdón.

-Dani.