19. Price of the Fame.

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Noviembre, 1975.

Peaches.

Por fin, el día de mi mudanza a Inglaterra se había llegado. Iba aterrizando en el aeropuerto donde me esperaba mi apuesto y alto novio, al descender del avión, corrí, aún con tacones, lo más rápido que pude, nuestra nueva vida estaba por comenzar.

—Amor mío...— Me cargó dándome vueltas y me besó.

Fuimos por mi equipaje, incluído Paulie, a quién no dejaron viajar conmigo, lo sedaron unas horas para que no vomitara, pero estaba completamente bien y activo.

—¿Quieres ir a comer, linda?— Me preguntaba Brian mientras mantenía la mirada al frente.

—Te quiero comer a ti, si no es mucha molestia...

—Tranquila, vaquera, eso es por la noche... Seguro Roger y Freddie estarán en el departamento.— Asentí sonriendo y fijé mi vista del otro lado de la ventana.

—¿Cómo tomó Jacky la despedida?

—Fue muy dura para ambas, incluso In-yeop lloró un poco, pero lo más difícil fue despedirme de Sun-hee...

—Esa pequeña es un sol...

—¿Verdad que sí? No dejó de llorar cuando me alejaba, su tío tuvo que tranquilizarla.— Noté que tensó la mandíbula.

—¿Terry? ¿Se tomó la molestia de ir a despedirse de ti?

—Brian... Es inútil no pelear contigo cada vez que nos vemos, y siempre es por el mismo tema.

—Sabes que no tolero que esté cerca de ti.

—¡Pues ya no estará cerca de mí nunca más! Porque ya me mudé contigo, no sé si recuerdas.

—Lo lamento... Yo, me dejé llevar por la frustración del lanzamiento del disco.

—¿Sí? Pues no tienes que desquitarte conmigo...— Me crucé de brazos.— Y para tu información, Terry, mi amigo, se tomó no la molestia, sino un tiempo de su agenda, para irse a despedir de mí.

—Pero si vive en Oklahoma.

—¿No te dije? Se mudó de vuelta a Nueva Orleans, incluso brindamos y todo una semana antes.

—¿Qué hicieron qué?— De golpe frenó el auto, haciendo que mi perro ladrara.

—Me fue a visitar Brian, no pienses mal.

—¿Y qué pretendía invitándote una copa?

—Olvídalo, creo que nunca cambiarás.— Bufé y decidí ignorarlo lo que restaba del camino.

Llegamos al departamento, dejó el auto en el estacionamiento, yo bajé a Paulie y un par de maletas, Brian me ayudó con el resto.

—Bienvenida, mi preciosa hada de cuento...— Freddie me recibió con su alegría característica y me besó los labios.

—Hola Fred, cada que te vuelvo a ver luces más guapo...— Brian carraspeó.

—Descuida, amor, sólo tengo ojos para ti.— Decía Freddie mientras le guiñaba el ojo.— Ese hombre está que no lo calienta ni el sol...— Me susurró.

America's New Bride to Be. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora