25. Decisions.

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Brian.

Rápidamente había pasado el tiempo, exactamente un mes quince días desde el aborto de Lucy.

El tiempo se me congeló hasta esa noche, donde acaricié la vida creciente de mi pequeño William Harold May por última vez. No voy a negar que he estado bebiendo de más, tampoco que Lucy y yo hemos sabido salir adelante, porque no es así. Pensamos que podríamos superarlo juntos, pero la gira. Se acercaba la maldita gira. Esa tarde habíamos ido al médico, nos sugirieron en el hospital visitar a un especialista, en éste caso, fue la ginecóloga que estaba llevando el embarazo de Peaches.

—Vamos a revisarte...— Noté cómo lubricaba sus dedos y los introducía en Lucy, haciendo que ella se retorciera de dolor. Tomé su mano y la besé.— El cuello del útero está bien, está firme, no me explico qué haya sido la causa del aborto que tuviste...

—Según me dijeron, mi vientre era muy pequeño...— Le dijo Lucy a la ginecóloga, quién mirando su expediente asintió.

—Sí, de hecho, en el último chequeo, tomé tus tallas y tu peso, no eran normales, por eso te prescribí esas vitaminas, que yo te recomiendo, sigas tomando.

—¿Podré volver a embarazarme?

—Va a ser difícil cielo, pero no imposible.— Los ojos de mi novia se llenaron de lágrimas.

Era una tarde lluviosa, a pesar de ser casi inicios de abril. Íbamos a hacer casi dos años de conocernos.

—¿Estás bien?— Le pregunté, y ella me ignoró.— ¡Lucy!

—¿¡Qué!?

—Sólo quiero saber si estás bien, maldita sea.

—Déjame ver, tuve un aborto espontáneo, pero, oh sí, me encuentro de maravilla.— Contestó sarcástica mientras seguía caminando en la lluvia sin ninguna protección.

Llegamos al departamento, aventé las llaves en la mesa de centro y me serví un trago de ron.

—Brian, querido...— Como siempre, Freddie entrando a casa ajena con actitud de diva.

—¿Qué quieres?— Le di un sorbo a mi licor y lo miré fijamente.

—De haber sabido que estabas de ese humor, no venía a verte...— Puso sus ojos en blanco, tomó un vaso de la alacena y serví ron para él.

—Lo siento, me encuentras en muy mal momento.

—Estos últimos días han sido de malos momentos para ti. La gira inicia dentro de dos semanas y te recuerdo que sólo has ido a ensayar dos veces. Entiendo la pérdida que han tenido, pero tú entiende que nuestro trabajo no es un juego.

—Lo sé, Fred, no tienes que recordarme siempre qué hacer y qué no...

—Es por eso, que el ensayo lo trajimos para acá... Chicas...— Freddie les gritó a John y Roger y los dos últimos entraron a mi sala de estar.— Es obvio que Roger no iba a poder traer su batería, pero, tú y Deaky saben hacer magia con sus dedos. Roger y yo les vamos a supervisar.

—Al parecer yo ensayaré contigo...— Deaky se encogió de hombros mientras acomodaba su estuche en el sillón.

—Freddie, cuando te digo que no es un buen momento, es porque no lo es...

—Descuida, ustedes ensayen, yo saldré un rato.— Lucy salió de la habitación cambiada de ropa.— Hola cariño...— Abrazó a Roger, seguido a John y por último a Freddie.— Vuelvo.— Me dio un fugaz beso en los labios y se fue.

—¿Todo en orden entre ustedes?— Inquirió John, con quién francamente sí quería intercambiar palabras, era el único casado y padre de familia. Él sí me entendería.

America's New Bride to Be. [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora