【 𝐵𝑎𝑖𝑙𝑎𝑛𝑑𝑜 𝑎𝑚𝑜𝑟 】↠ 𝑴𝒆𝒘𝒈𝒖𝒍𝒇 !¡♡

↬𝑪𝒂𝒑𝒊𝒕𝒖𝒍𝒐 XXIV

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El sonido de una puerta siendo golpeada, despertó a aquella pareja quienes yacían durmientes en aquella cama, compañera de aventuras en la noche pasada.

-¡Mew, dile a tu novio que se aliste para desayunar!- Gritaba la mujer al otro lado de la puerta.

-Mhgm- Ronroneo el menor al sentir que el pecho de su novio se movía haciendo que tuviese que quitar su cabeza.

-Despierta, vamos a desayunar- Movió suavemente con su mano el hombro del castaño.

-Mm, ya voy- Contesto somnoliento.

-¿Mew por qué tanta demora? ¡abre ya!- Volvió a gritar esta vez la Sra Suppasit más fuerte que antes.

Mew se alerto y comenzó a levantar rápidamente la ropa que estaba en el suelo regada.

-¡Mierda, Toma ponte esto!- Espeto Suppasit tirándole la camiseta y los bóxers a Gulf.-¡Rápido pontelos!-

Gulf se colocó la prenda rápidamente, pero cuando iba a colocarse su ropa interior sintió un dolor incesante en su espalda baja, así que quedó como muchos dirían, tieso.

-¿¡Que te pasa? ¡muévete!- Inquirio el mayor al ver a su novio, mientras él se terminaba de vestir aún con su madre a punto de tirar la puerta.

-¡Mew, Mew!- Susurró el menor.

Suppasit escondió el bote de basura que contenía el condón, y volteo a mirar a Gulf.

-¡Me duele el culo, no me puedo mover!- Habló entre casi sollozos.

Mew aguanto las ganas de reírse, y estaba a punto de hacerlo si no fuera porque su madre entró causándoles un susto a ambos.

-Buenos días- Hablo la mujer mirando la habitación, observando que todo estuviera en orden.-Gulf ¿No te has levantado?-

-Ehm, esto, es que, dormi un poco mal, entonces me quedo doliendo la espalda, ya se me pasara.-Mintio el menor mientras sonreía tranquilamente.

-Oh, está bien cariño, pero que raro ese colchón nunca ha dado problemas, por lo general suele ser muy cómodo-

-Si, si, es que pues mi colchón es duro, aún no me acostumbro a lo suave- río nerviosamente.

-Esta bien, te traeré algo para el dolor, pero primero, Mew-

El nombrado giró.

-Necesito hablar contigo en privado.-Sonrío la mujer.

-Okay, amor ya regreso.- Habló también con nervios el mayor mientras seguía a su madre y cerraba la puerta.

Gulf asintió, y en segundos él era el único en la habitación.

Se levanto como pudo, agarrándose del clóset para seguir con el escritorio hasta llegar al baño.

Lo siguiente que escucho fue una mini conversación, que más bien parecía discusión.

-¡Aquí tú respetas mi casa!- Regañaba la voz femenina.

-¡Pero no hicimos nada!-Se excusaba su novio.

-¿Crees que soy estúpida? ¡Ayer casi no puedo dormir por el rechinar de esa cama!-

Silencio.

Gulf estaba que se quería morir, dios su suegra estaba hecha furia, ¿con que cara la iba a ver?.

-Dios, me van a echar a patadas de aquí- Susurró para si mismo el menor.

De pronto la puerta se abrió y eso lo alarmó, se asomó y era su novio.