Capítulo 28

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Juliet

Despierto al sentir las caricias en mi cabello y me muevo con pereza

— Hemos llegado a su morada mi lady— su tono de voz ronco me hace sonreír aún sin abrir los ojos — En realidad, llegamos hace media hora

— ¿Y hasta hora me despiertas?

— Verte dormir me recordó a la tarde en la cabaña, estabas tan cansada que no te despertaste cuando te llevé en brazos

Sonrío evocando el momento, mando al diablo la nostalgia que me invade cuando también me acuerdo de lo que pasó después

— Gracias por todo, pasé un muy buen rato

— Esa era la idea

— Te veo mañana— me inclino un poco para dejar un beso en su mejilla

— Descansa, lo necesitas

Asiento y abro la puerta, seguido de eso bajo y escucho que me llama. Volteo a verlo

— Si tienes insomnio sabes que estoy a una llamada de distancia

Entro a casa con una sonrisa pintada de oreja a oreja, esta mañana en lo único que podía pensar era en lo miserable que me sentía por todo lo ocurrido. Gracias a Tomás pude dejar los pensamientos lastimeros a un lado por un rato

Lo primero que veo es que mi pequeño hermano está pegado a la ventana, por lo que puedo suponer observó toda la escena, me parece gracioso y adorable que sea sobreprotector cuando se trata de mí

— ¿Qué haces ahí duende?

— Estaba esperándote, llegas tarde— cruza sus brazos refunfuñando

— Son las nueve apenas Connor

— Sí, pero mañana hay escuela y prometiste llevarme. Tenemos que salir más temprano

— No lo olvidé, cumpliré con esa promesa ¿Cómo va todo en la escuela? ¿Has hecho amigos?

— Megan tiene muchos, dijo que puede prestármelos. Y Ginger me invitó a jugar fútbol en los descansos

Los Anderson y su manía de resolvernos la vida

— ¿Ves Con? Solo tenías que darte la oportunidad de conocer personas. Ahora tienes dos amigas nuevas

Mi pequeño sonríe como nunca y desaparece para subir a su cuarto luego de despedirse

Voy a la cocina para prepararme una bebida aromática como es mi costumbre y veo la nota de mamá

<<Te guardé la cena en el horno, te amo>>

A decir verdad no tengo mucha hambre, solo quiero dormir

Cuando subo veo la puerta de mis padres cerrada aunque la luz está encendida y es muy temprano para que estén dormidos, sin embargo, me abstengo de tocar... No estoy lista para volver a enfrentar a papá y lidiar con el daño que les he hecho. Porque a pesar de lo comprensiva que se mostró mamá, sé que con mis acciones la lastimé profundamente

Soltando un suspiro entro a mi recámara y pego un brinco cuando ubico a Gabriel sentado en el borde de mi cama. Nos miramos fijamente, es como si ambos nos hubiéramos congelado

Abro la boca para hablar, él eleva la mano indicando que guarde silencio — No, es mi turno de hablar

— Si vienes a reclamarme y a discutir te pido que te abstengas. Aunque lo merezca, no quiero pelear más contigo

— Perdóname Jules— es lo primero que dice cortando todo el discurso que pensaba lanzarle — Yo... Fui muy insensible y siento mucho no haber sido el apoyo que necesitabas— vuelvo a intentar hablar y él vuelve a detenerme — No he terminado. Yo jamás imaginé que te sintieras así respecto a tu origen y mucho menos que terminaras en esa situación al sentirte acorralada... Mi rabia iba enfocada hacia mí mismo por no haber podido evitarte ese dolor, desquitarme contigo fue lo más ridículo que pude haber hecho

Diario de un amor o dos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora