Diario de un amor o dos (Editando)

Extra|Brad

Solía ser el chico callado y tímido que se hacía en un rincón, el que no participaba en clase a menos que se le exigiera, el que pretendía pasar desapercibido

Tenía amigos, pocos, pero sinceros. La relación con mis padres siempre fue buena, siempre fueron amorosos y comprensivos

Aún con todo eso para mí es difícil abrirme con las personas, prefiero pasar el día recorriendo la ciudad en bicicleta a ir a las fiestas a las que me invitan, siempre preferí un silencio reconfortante al ruido aturdidor y sin sentido

Un día iba de la mano de mamá para entrar a la escuela cuando vimos a una pareja que le hablaba a una pequeña niña que parecía muy nerviosa y a punto de llorar aunque no había ningún indicio de lágrimas, eso de inmediato llamó mi atención

— ¿Ella es tu compañera cariño?— susurró mamá

Negué con la cabeza

— Es nueva mami, jamás la había visto

— Eso explica por qué se ve tan asustada. Deberías hacerte su amigo

— ¿Y si ella no quiere ser mi amiga?

— Querrá cariño, solo debes mostrarle lo maravilloso que eres y hacerla sentir bienvenida

La niña nueva entró al salón minutos después. Se veía acorralada

El primer día suele ser horrible para todos

Y al verla bien me di cuenta de que era muy bonita. Delgada como un alfiler, de piel morena y cabello marrón atado en un par de trencitas perfectamente hiladas a los lados de su cara. Sus ojos eran del tamaño ideal para su cara y también cafés, desde mi lugar pude ver que le faltaba uno de sus dientes frontales, lo que la hacía ver un poco graciosa

— Buenos días niños, el día de hoy se nos une una nueva estudiante. Les pido que todos sean muy amables con Juliet y la hagan sentir bienvenida. Ya saben lo difícil que es el primer día. Por favor encárguense de que se adapte— la profesora le sonrió cálidamente

La niña, que ahora sabía que se llamaba Juliet, miraba hacia todos lados y estudiaba rostros

— ¿Puedes contarnos algo sobre ti Juliet? — la invitó a pasar al frente

La observé, lucía desconfiada e insegura. Luego tomó aire y se colocó frente al tablero para presentarse

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No fue difícil hallarla cuando salimos al descanso. Era el mismo lugar al que yo solía ir en solitario cada vez que la campana sonaba

— Hola, bienvenida a mi lugar— me senté a su lado

— Puedo irme si quieres— se paró y negué con la cabeza

— Quiero que te quedes y seamos amigos

— ¿Por qué querrías ser mi amigo? — frunció el ceño

Me encogí de hombros

— Apuesto a que me gustará tu compañía

— A nadie le gusta mi compañía, ni siquiera a mis padres

— De seguro tus papás te aman

Sus ojos se llenaron de lágrimas y me sentí mal por ser el causante

— Ellos me abandonaron

Pensé bien en lo que diría, no quería hacer que se sintiera peor. Si quería tener una nueva amiga debía hacerla sonreír

— Pues a mí sí me gusta tu compañía, y me gustaría ser tu amigo

Sonrío solo un poquito, y eso me gustó

— A partir de hoy, estás invitada a venir a mi lugar y a estar conmigo. Podemos hacer lo que quieras. Ahora nos tenemos el uno al otro

Sus ojos se iluminaron y entonces sonrío de verdad

— Gracias

Tomé el lápiz que siempre llevaba conmigo y la tomé de la mano para llevarla al arenero. Entonces escribí mi apellido

— ¿Bennet?

— Ese es mi apellido, ¿Cuál es el tuyo?

Su tristeza pareció volver

— No tengo un apellido, ni una familia

— ¿Los señores que venían contigo esta mañana son los que te adoptaron?

— Sí, ellos me salvaron

— Ellos son tu familia ahora

— Pero no soy su hija ¿Cómo podrían ser mi familia? Gabriel es su hijo, no yo

— Mi mamá dice que cuando se adopta a un niño es porque quieren que sea parte de la familia. Entonces ya eres parte de ellos, porque decidieron que así fuera

Me miraba con algo que no podía descifrar ... ¿Esperanza quizás?

— Tal vez tienes razón

Sonó la campana

— ¿Vamos a clase? — estiré mi mano, ella la tomó con confianza

Ese día no solo agregué otro apellido al dibujo en la arena, ese día hice la amistad más valiosa de mi vida

Ese día empezaron un sinfín de aventuras y travesuras

Desde entonces ha pasado mucho tiempo. Nos convertimos en adolescentes y crecimos en todos los aspectos

Para Juliet siempre fue más fácil relacionarse que para mí, y es que es tan sencillo cogerle cariño

Tarde me di cuenta de que yo ya no la veía como mi mejor amiga sino como algo más. Y sabía que para ella yo era otro hermano

Por eso nunca le dije nada, no quería ponerla en una posición incómoda. Cada día se hacía más y más difícil quedarme en el papel que ocupaba en su vida

Lo peor era escucharla hablar sobre los chicos que alguna vez le gustaron. El primer chico al que besó, el primero que la invitó a salir. Yo tenía tantas ganas de hacerlo y no me atrevía

Y ahora... Ahora estoy seguro de que debí de haberme quedado callado, tampoco debí seguirla ese día porque la vi con Anderson, la imagen de ellos besándose me persigue

Y ya no tengo control sobre nada

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Así se conocieron Juliet y Brad, eran unos bebés

Admito que siento un poquito de pena por Brad, carga con el peso de un secreto desde hace muchos años

GRACIAS POR LEER