Diario de un amor o dos (Editando)

Extra

D

anielle

Desde que llegué del baile no he salido de mi cuarto ni he tenido la voluntad para dejar la cama. Mamá sigue sin hablarme y si no fuera por Lorenza me habría muerto de pena moral y hambre

Ahora que la rabia se me ha bajado de la cabeza y estoy pensando con cabeza fría me arrepiento de todo lo que hice el Sábado y de todo lo que hice después

Un alboroto se escucha abajo y justo cuando estoy por abrir la puerta para averiguar qué está pasando, veo a alguien que no hace más que alterarme al punto de querer vomitar

— ¿Qué haces en mi casa? No puedes estar aquí, si mi madre te ve...

— ¡No me interesa! Solo vine a decirte un par de verdades en la cara y luego me largo

Casi me empuja para entrar al cuarto y le hago un gesto a Lore para que nos deje solos

— Eres lo peor que nos ha pasado, ojalá nunca te hubiéramos conocido. Si le haces algo más a Juliet o te acercas a mí te juro que haré que te arrepientas eternamente... Lo mejor que puedes hacer es fingir que no nos conoces y amargarle la existencia a alguien más

El impacto de sus palabras me deja muda y estática, escucho sus pasos alejándose y luego bajando la escalera. Siento que me han arrancado el corazón para llenarlo de piquetes de gruesas agujas

Ya sabe todo, sabe lo que hice y nunca va a perdonarme. Ni él, ni Juliet

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El frasco de pastillas reposan en mi mano como la peor de las armas y la mejor de las amigas, ya estoy dentro de la bañera sin importar cuan fría esté el agua y las lágrimas salen sin filtro ni pausa

Sé que alguien ha entrado a mi cuarto porque escucho pasos, no podría importarme menos, sea lo que sea no vale la pena... No puedo distraerme o luego no podré hacerlo

— Danielle, ¡¿Qué estás haciendo?!

Giro mi cabeza sabiendo bien el desastre que soy justo ahora

— ¿Qué haces tú aquí? ¿Viniste a decirme que soy la mierda hecha persona? ¿Viniste a decirme que no merezco ni un poco de comprensión o entendimiento? Todo eso ya lo sé, no pierdas tu tiempo

Él me mira estupefacto, parece estar en un debate interno de no saber qué decir o hacer

Al final se acerca y mete las manos en la bañera hasta encontrar las mías y halarme hacia arriba tratando de sacarme de ahí, el frasco se cae y yo forcejeo. No quiero que me detenga, quiero acabar con lo que empecé para darle fin al problema que es mi existencia de raíz

Tomás toma la toalla doblada del mueble y me seca sin decir una palabra, sentir su toque por alguna razón me hace llorar con más ímpetu... De todos los escenarios posibles jamás creí que sería él a quien tendría aquí en este momento

— Sea lo que sea, tiene solución

— No me interesa escuchar tu discurso motivacional

— ¿Entonces prefieres que hablemos de Juliet? No eres mi persona favorita en este momento

— ¿Qué es lo que quieres?

— ¿Lo hiciste?

— ¿Por qué te lo diría?

— Porque no te creo capaz de hacerle eso a Juliet por muy enojada que estés con ella

Bufo

— No tienes idea de lo que soy capaz de hacer

— Cuéntame entonces

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Media hora después y luego de decirle todo lo que sé me siento solo un poco mejor

— ¿Por qué les hiciste creer a todos que estabas interesada en mí si no era cierto?

— Porque necesita que Gabe creyera que quería a alguien más

— Así que aprovechaste que era una persona nueva en tu círculo— concluye y asiento

— Siento si te incomodé en algún momento

— Está bien, lo entiendo ¿Por qué alejaste a Gabe si tú lo quieres?

— ¿Cómo sabes que lo quiero?

— Lo que pasó en el baile es una prueba más que contundente

— No podemos estar juntos

— ¿Por qué no?

— Porque no, por favor no hagas más preguntas al respecto

— ¿Estás dispuesta a verlo con Elisa o cualquier otra y no interferir?

Suelto el suspiro más largo de toda mi vida

— Sí, me basta saber que es feliz. Por favor no se lo digas a nadie

— No lo haré— me relajo — Con una condición. Que me prometas que harás un esfuerzo por sanar, sanar de verdad

Quiero llorar otra vez, pero me abstengo

— Lo prometo. Siento que hayas llegado para verme de esa forma

— Yo no lo siento, me alegra haber llegado a tiempo. Hablaré con Juliet

— No sé si sea buena idea, tampoco si merezco su perdón