Diario de un amor o dos (Editando)

Capítulo 40

Mateo

Nadie ha dicho ni una palabra desde que salimos de la escuela. Tomás, Juliet y yo parecemos atrapados en nuestras propias mentes. El resto, supongo que no quieren desatar caos con sus comentarios

— Nosotros nos vamos— Eric es el primero en hablar refiriéndose a él y a Tomás — Tenemos novias que contentar

— ¿Por qué se molestaron ahora? — Jules rueda los ojos

— No importa, lo resolveremos— Tomás es esquivo

— En fin ¿Alguien necesita que lo acerquemos?

— Yo

— Me gustaría hablar contigo. Podemos llevarte después

Danielle acepta

— En ese caso creo que quien se irá con ustedes soy yo. Buenas noches chicos— Juliet se acerca y le da un fuerte abrazo a Jules

— No tenías que hacerlo, pero una vez más me demostraste por qué hice bien en elegirte como mi mejor amiga

— Tú eres mi hermana, nos protegemos entre nosotras, desde siempre y para siempre

— Desde siempre y para siempre

Los chicos se despiden y nos quedamos en la acera hasta ver el auto desaparecer

— ¿Podrían adelantarse al auto mientras hablamos?

— Por supuesto, las esperamos

Empezamos a caminar

— Todo salió mejor de lo que esperaba ¿No crees?

— Me parece que eso lo sabremos en los próximos días ¿Por qué Gabriel no se apareció en todo el rato?

— ¿Por qué habría yo de saberlo?

— Creí que ustedes estaban en algo, me comentó de la cita

— No fui

— ¿No fuiste, por qué?

— He terminado con él

— Pensé que las cosas iban mejor, que iban a intentarlo

— Pues ya ves que no. Y no quiero más preguntas ni insinuaciones al respecto ¿Estamos claros?

Levanto mis manos soltando un silbido, alguien está de muy mal humor

No hablamos más, ni siquiera en el auto. Veinte minutos después llegan y el ambiente es notablemente más ligero. Juliet nos da las gracias por lo que hicimos y vamos por unas hamburguesas

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— Tengo que decirte algo, en realidad son dos cosas- suelta un suspiro — Es inútil pedirte que no te enojes, solo te pido que me dejes llegar al final porque ambas cosas son importantes

— Dejaré que me des hasta la peor de las noticias siempre y cuando me beses el resto de la tarde

Sonríe viéndose tan ella que me es imposible resistir el impulso, la levanto y la siento en mis piernas mientras devoro su boca fervientemente

— Basta de distracciones, créeme que me pasaría todo el día besándote pero necesito decirlo— asiento y toma aire — Ayer, luego de lo que ocurrió... Cuando fui a hablar con Tomás él... Él me besó— me enfurezco al instante, intento pararme y ella me detiene — Dijiste que me escucharías

Ahora soy yo el que toma aire en un intento de controlar mis instintos

— Termina entonces

— No correspondí el beso y le dejé claro que no puede volver a pasar, no solo porque estoy contigo sino porque tuvimos nuestra oportunidad y no funcionó