Diario de un amor o dos (Editando)

Capítulo 59

Juliet

Estando aquí, ahora, no me importa si el mundo se acaba en este instante. Soñé y anhelé esto tantas veces que ver cómo se hace realidad es simplemente fascinante

Al final no hubo acción, fuimos interrumpidos por una llamada de Eric

Jugamos con nuestros dedos  entrelazados y pongo mi mentón en su pecho cerrando los ojos cuando deja pequeños besos en mi frente

— Mientras lleves puesto ese anillo significa que hay un futuro para nosotros, me llevarás contigo a donde sea que vayas

— Con anillo o sin él irás a donde vaya, pero prometo usarlo todos los días

— Por mí te tendría aquí por el resto de mis días, pero hice una promesa y debo cumplirla o no viviré para contarlo

— Podemos decir que quedamos atrapados por una tormenta

— Ya utilizamos esa excusa

— En defensa nuestra fue justo lo que pasó

— Tenemos mucho tiempo para escaparnos y, aunque suelo ser egoísta porque te quiero siempre para mí, haré una excepción

— No me digas— ruedo los ojos y comienza a hacerme cosquillas hasta que me sacudo

— Arriba, o el monstruo de las cosquillas va a visitarte y, por si no recuerdas conozco todos tus puntos débiles

Le hago caso, mientras salimos de la cabaña su celular suena

— Luna quiere hablar contigo

Lo tomo y contesto, la línea se llena con las voces de ella y Dylan

— ¡Cuñada! No sabes cuánto rogué para que llegara el día en el que ustedes, par de tercos abrieran los ojos y admitieran que querían comerse vivos

— Y feliz cumpleaños, por cierto— agrega Dylan divertido, supongo que por la efusividad de Luna

— Gracias a ambos. Me encanta ser tu cuñada

— Me encanta que te encante, porque ya no soportaba a Laurent— susurra como si fuera un secreto y Dylan y yo nos carcajeamos. Tomás alza una ceja interrogante

— Bueno linda, nuestros mejores deseos para ti y bienvenida a la familia. Te quedaste con el más cuerdo de los Anderson y con eso te digo todo— bromea él y escucho que se queja, seguramente lo golpeó

— No estoy muy segura todavía, pero ya tendremos oportunidad de averiguarlo

— Bye bye— se despiden a coro

— Temo preguntar pero ¿Qué te dijo mi hermana? 

— Que adora que seamos cuñadas

— Solo me lo dijo unas setecientas veces, pero bueno, a mí también me encanta

El camino de regreso lo hacemos sin hablar y con las manos juntas todo el tiempo. En un abrir y cerrar de ojos estamos en casa

Es Jules quien abre y me taclea llevándome al piso, me quejo por el golpe pero la abrazo con todas mis fuerzas

— Te amo te amo te amo... ¡Eres la mejor de todas las amigas, eres mi hermana! Suerte con eso de ser la adulta responsable por ambas