Capítulo 26

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Mateo

Jamás me imaginé que ella hubiera pasado por tanto, sabía que guardaba secretos... Ella me lo había dicho

Pero ¿Todo esto? No lo vi venir

No mentí cuando dije que no me interesa en lo más mínimo que lo haya hecho o no porque yo entiendo muy bien lo que llegamos a hacer cuando estamos desesperados, entiendo lo que es sentirse acorralado y entiendo en cierta medida su dolor

— ¿En qué piensas?

Está ida

— En lo increíble que eres— acaricia mi pecho — Nunca me decepcionas

— Bueno... Me alegra saber que te complací a pesar de que fue mi primera vez— bajo mis manos hasta llegar a su trasero y lo aprieto, las dejo ahí mientras mi boca se roza con la suya al igual que nuestras narices

— Me complaces en todos los sentidos. Y me encanta que me hayas elegido para ser tu primera— me roba un beso húmedo, suelto aire

— Me haces muy feliz

— También me haces muy feliz—
acaricia mis mejillas y me besa

Sus manos viajan para acariciar mis hombros mientras le doy apretones a la piel de sus caderas, la jalo hasta que está prácticamente encima de mí. Nos separamos y se recuesta en mi pecho

— ¿Segura de que estás bien? Puedes decirme la verdad, no me atrevería a juzgarte—

— Lo estoy, ahora, aquí contigo

— ¿Te pasa muy seguido? — me mira sin entender — Lo de los ataques... ¿Los tienes a menudo?

— A veces... El de hoy fue especialmente fuerte

Los recuerdos desagradables amenazan con arruinar este glorioso momento, de solo recordar cómo se sienten...

— ¿Pasa algo? — apoya su barbilla en mi pecho para poder verme

Mierda, lo ha notado

— Nada, solo me siento tonto

Frunce el ceño

— ¿Por qué? —

— Con todo lo que pasó me puse a pensar en mi papá

— Nunca me has hablado de él— acaricia mi mejilla

— No es alguien agradable

— Entiendo, pero puedes confiar en mí si necesitas hablarlo

Cierra los ojos cuando beso su frente y me quedo ahí. Hablar sobre esto nunca ha sido sencillo, de hecho nunca lo he hecho con alguien ajeno a mi familia

— Solía golpearnos, siempre se desquitaba con nosotros y mamá trataba de que su ira se enfocara solo en ella. Elisa era muy pequeña y hay muchas cosas que no recuerda, pero yo...

Cada palabra es más difícil de pronunciar

Guarda silencio, esperando por mí

— Me da tanta rabia que ellas hayan tenido que pasar por tanto por su culpa, muchas veces me daba tanto miedo enfrentarlo que permití que lastimara a mamá

— Eras un niño Mate, no es culpa de ninguno de ustedes lo que pasó ¿Puedo preguntarte algo?— asiento — ¿Por qué tu mamá no lo denunció?

— Mamá lo amaba a pesar de todo, creo que quería convencerse de que algún día volvería el hombre del que se enamoró... Y eso jamás pasó, cosa que la decepcionó y la lastimó al punto de que nunca más se dio una oportunidad con nadie, se cerró por completo... Hasta ahora

Diario de un amor o dos (Editando)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora