Deuda saldada

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Aquaboy le informó a Jason Blood sobre que tuvimos problemas para recuperar la llave, se inventó una historia bastante buena en la que el chico al que perseguimos, nos llevó a su cumpleaños número 6 e hicimos algunos malabares para volver con él al presente, él mismo nos sugirió que lleváramos la llave a aquella cueva para que no volviera a suceder ese tipo de incidente, incluso nos dio la ubicación.

Tardamos un poco más en llegar hasta ahí, temí que nos hicieran volver a pasar aquellas pruebas, aunque las dos últimas no fueron difíciles, me aterraba ver de nuevo el rostro de mi padre entre los cuerpos de la primera fase.

Nimue salió a recibirnos, nos dijo que aquellos que ya las habíamos pasado, no necesitábamos hacerlo de nuevo, lo cual fue un alivio.

Colocamos la llave en un rincón de la cueva y la dejamos dentro del contenedor metálico con la esperanza de darle una pequeña protección extra.

- ¿Batman?

- ¿Papá? -Miré en la oscuridad y lo vi - ¡Papá! -Corrí hasta Red Robin, me lancé a abrazarlo, por poco lo hago caer al suelo.

-Sin nombres, Terry -Rio levemente -Es una cálida bienvenida -Frotó mi espalda.

-No importan los nombres, es Arthur el único que me acompaña -Dije despreocupado -Te extrañe mucho ¿Cómo pasaste las pruebas tan rápido? -Era Red Robin, él podía hacer lo que fuera.

- ¿Pruebas? No lo sé, solo escogí al azar un túnel y entre por una puerta que tenía un gran espejo, se abrió en cuanto me paré frente a ella, creí que era una trampa -Volteé a ver a Arthur sin poder creer lo que había oído, él tenía la misma expresión, pero poco a poco se fue transformando en una sonrisa incrédula, cubrió su rostro con la mano para seguirse riendo.

Tim Wayne era el hombre más feliz en la tierra, el primero en pasar por esa maldita puerta, la única persona que estaba totalmente satisfecho con todo lo que tenía sin ambicionar nada más.

No tengo ni la menor idea de cómo lo logró, pero me ardía el pecho al pensar que yo le había quitado todo y lo convertí en "una triste criatura solitaria", por algo tan simple como una conversación.

-Te quiero, papá -Le dije.

-Y yo a ti hijo -Respondió -Blood me dijo dónde encontrarlos y que aquí estaría seguro, aun no lograban atrapar a Klarion y me pidió que me alejara de Londres -Quería oír la historia de ese personaje y mi papá, tal vez después -Afortunadamente ya está controlada esa situación y la de la Garra también, tenía que decirte eso ultimo personalmente -Eso me hizo más feliz todavía, mi familia ya no estaba en peligro -Sin embargo tú y Dana deben quedarse con la liga por lo menos hasta que la semana termine, sería muy sospechoso que reaparezcan junto con los Wayne -Eso sonaba todavía mejor.

Regresamos juntos al salón de la justicia, oímos la historia del raro de Klarion, ahora entendía porque me querían lejos de él, aunque me quedé con las ganas de ver al dragón.

- ¿Vas a contarle? -Me preguntó el rubio.

-No, será nuestro secreto -Le guiñe el ojo.

-De acuerdo -Él era grandioso, cualquiera en su lugar me habría golpeado al volver a casa y en cambio, me había reconfortado -Vamos a la enfermería, aun tienes ese golpe en la cara -Cierto, lo había olvidado.

Papá se despidió de nosotros, supongo que debía volver a Gótica para hacer notorio el regreso de la familia.

Todo era automatizado, un robot pudo haberme atendido, pero el mismo Aquaboy levantó mi mascara a la mitad (la identidad secreta ante todo) para curarme el golpe.

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