Probando

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Habíamos pasado ya un buen tiempo sin ver a los mellizos y cuando padre tenía que salir a algún tipo de misión por mucho tiempo con sus hombres, los dejaban a cargo de Dana, pero ya que ella estaba con nosotros, tuvimos la oportunidad de tenerlos en la mansión por unas semanas.

-Umm ukht -Los chicos estaban felices de ver a Dana, corrieron a abrazarla cuando los recogimos en el aeropuerto -Hermano -Pero al verme, inmediatamente la pasaron de largo para venir conmigo. Yo solo le sonreí con superioridad a Dana, pero a ella parecía no molestarle.

Subimos al auto y por fin me dejaron conducir.

-Hermano, nuestros padres mandan sus saludos -Matt era un poco tímido, sin embargo, eso lo hacía tierno.

-Y dijeron que debías llevarnos a comer pizza -Chris era más pillo, aunque no dudaba de que esa orden la hubiese dado el tío Jon.

-Calmados con la comida chatarra, estoy segura de que tío Damian envió una copia de su dieta y rutina de entrenamiento, junto con algunos temas de estudio para mantenerlos ocupados mientras están aquí -Dana era muy responsable y de cierto modo, creo que ser la mano derecha de padre al cuidar de los chicos, le había dado cierto carácter autoritario.

Escuché sus suspiros de decepción, pero, aun así, ambos le pasaron una carpeta a Dana con lo que ella había mencionado.

-Yo estoy libre el viernes por la tarde, papá tiene una junta en la oficina y creo que tu irás de compras con Chelsea ¿Verdad? Si hacen todo lo que sus hojas indican, los llevaré a comer pizza en el arcade -Les ofrecí y quedaron a la expectativa de lo que diría su Umm ukht.

-De acuerdo -Aprobó Dana. Entonces celebraron con un grito de emoción.

Al llegar a la mansión, las luces estaban apagadas, lo cual era bastante extraño, ya que la del recibidor solo se apagaba cuando todos los residentes estábamos en la cama (Muy pocas veces en la vida).

-Esperen aquí -Les dije mientras bajaba del auto.

-Iremos contigo -Dijo Matt muy decidido.

-No, Matty, deben alertar a los demás si algo no está bien -Lo convencí.

No tardé en entrar a la casa y cuando encendí la luz, dos sujetos se me vinieron encima con armas de madera ¿Qué demonios era esto?

Tenían buenos movimientos, se podría decir que me hicieron sudar, pero no tardé en desarmarlos, a uno lo lancé lejos y al otro lo tumbé en el suelo y le hice una dolorosa llave en el brazo.

- ¿Dónde está mi familia? -Le pregunté dispuesto a romperle el brazo con tal de que hablara.

-Basta -Apareció el abuelo ¿Qué hacia él aquí?

-Buena técnica, muchacho -Una anciana apareció a su lado -Buenos reflejos, balance perfecto, guardia en alto durante toda la batalla y ausencia de puntos ciegos -Dijo la mujer mientas daba vueltas a mi alrededor. Trató de apuñalarme, pero como dijo, yo no bajaba mi guardia y sujeté su muñeca antes de que la punta de su puñal me alcanzara -Me recuerda a ti en tus buenos años, solo que más apuesto -Le dijo al abuelo.

La mujer dio un par de pasos atrás y yo la solté.

Dana y los chicos entraron cuando les avisé que ya no había peligro.

El abuelo Bruce nos dijo que había traído a aquella maestra a evaluarme, pues él había notado que era un chico con muchos problemas de la ira y quería la opinión de otra experta.

-El chico es fiero como un león, pero sus movimientos no son guiados por la ira, más bien diría que la domina por completo y la usa a su favor, a cualquiera le toma años aprender a hacer eso, a algunos nos toma toda una vida -Al parecer pasé la prueba de esa señora.

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