Las fiestas de Atlan

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Como era de esperarse, uno de los muchos eventos que tenían los soldados, era un torneo de peleas a puño limpio, no podían lastimarse demasiado porque eran uno de los gremios que seguía activo aun con las fiestas y deberían atender al cambio de turno para que todos tuvieran tiempo de pasarla bien.

Las reglas eran simples, tenías que darle tres golpes limpios a tu oponente para ganar, había un límite de tiempo de 2 minutos y lo mejor de todo, es que se peleaba en un cuadrilátero que estaba dentro de una enorme burbuja de aire, para hacerlo entretenido.

- ¡Que el príncipe abra el torneo! -Gritó uno de los soldados y todos los secundaron.

-Vamos, Garth, solo hazme un favor y este año no decepciones a tus hombres -El príncipe retó a su mentor.

-Si, se cómo hacerte ese favor y es no subiendo ahí contigo, este año voy a elegir a un sustituto -Se cruzó de brazos -Terry -Me llamó y yo entré a la burbuja estirando un poco los músculos.

-No quiero pelear contigo -Arthur sonrió mientras entraba.

- ¿Sería un problema si tus hombres te ven perder? -El público empezó a reírse por mi comentario.

-Eres bueno, lo admito, pero nunca has peleado con un Atlante -Tronó sus puños, tenía una mirada de superioridad -No te contengas, puedo recibir todo lo que me arrojes.

El sonido de una especie de campana dio por iniciado el encuentro. Corrí hacia él, como esperaba, detuvo mis primeros ataques, cuando él intentó devolverlos, pasé por debajo de su golpe, quedando a sus espaldas, ahí lo empujé con las yemas de mis dedos y el marcador cambió a uno a mi favor.

Los espectadores estaban sorprendidos, pero supongo que no tanto como Arthur, se recuperó enseguida e intentó atraparme, pero retrocedí y evité sus intentos por golpearme. El estilo de los Atlantes era poderoso y certero, sus músculos eran más densos y fuertes, pero fuera del agua, la velocidad era mi principal ventaja, además, sin mencionar, que la pelea mental la tuve ganada desde que Arthur sobreestimó sus habilidades.

Después de distraerlo con una acrobacia, pude darle una leve patada detrás de sus rodillas y hacerlo caer de espaldas. Lo sostuve a tiempo con mi brazo, hice como que le lanzaría un golpe directo a la cara, pero me detuve en el último segundo y solo toqué su mentón con mi dedo índice, ahora era un 3-0. Lo empujé para ponerlo de pie de nuevo, haciendo que diera una vuelta de baile, entonces la concurrencia empezó a gritar mi nombre.

Él no estaba molesto, diría que, en su lugar, estaba maravillado, aunque me pareció extraño, no pensé que fuera a subestimarme de ese modo.

Quienes abrían el torneo ya no podían participar en los encuentros siguientes y supongo que eso fue un alivio para el resto, escuché que nadie querría pelear conmigo ahora.

-Ven, vamos a lo que sigue -Tiró de mi brazo y me llevó a otra atracción.

La mayoría de los juegos eran de destreza física, no pude participar en todos, pero era divertido incluso animar a Arthur desde las gradas.

Había una carrera de obstáculos, tenían que nadar a través de diferentes aros, Arthur ganó y como premio le dieron una linda medalla brillante, que me puso en el cuello, me ponía de malas que todo aquí fuera de oro.

-Es un adelanto -Dijo simplemente, aunque no sabía con certeza a que se refería.

El día se fue impresionantemente rápido, probamos un montón de comida deliciosa y por la noche seguimos a una fiesta de colores neón, su música era muy diferente a la que solía escuchar, pero el ambiente era el mismo que el de una discoteca repleta de adolescentes hormonales como la que solía frecuentar con Max y Dana.

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