Rollercoaster

Libres

Al día siguiente mantuvimos un perfil bajo, dormimos hasta tarde y no pude hablar con mi familia, porque la mayoría del tiempo me tenían vigilado y me daba cierta desconfianza mandar mensajes, aunque estuvieran cifrados, aun no sabía que alcances tendría esta gente con tal de tener a los conejos confinados.

Finalmente terminamos el trabajo de la noche y Arthur tuvo una mejor notable atendiendo a las personas, se había vuelto más complaciente. Tengo que admitir que me causaba una molestia en la boca del estómago, aunque fuera en beneficio de la misión.

Los chicos volvieron a reunirse en la habitación del conejo rojo y esperaron a que mi "amigo apareciera".

Por mi lado, saqué el traje que había ocultado en mi maleta y subí con ayuda del propulsor hasta la ventana, ahí, me abrieron y los otros tres quedaron impactados por mi presencia.

- ¿Tu eres el amigo de Jared? -Preguntó Andy.

-El chico dijo que tenían algo importante que decirme, si no es así, entonces me voy -Fruncí el ceño y regresé hacia la ventana.

-No, espera -Milo me detuvo -En ti si puedo confiar, te habíamos estado esperando desde hace un tiempo -A Milo se le inundaron los ojos de lágrimas, limpié algunas de ellas con mis dedos.

-Ya estoy aquí, lamento la tardanza -Él se lanzó a abrazarme, esto no solía pasarme y no supe cómo reaccionar.

-Abby y yo te admiramos desde pequeños, ella siempre dijo que vendrías para salvarnos -Un nudo se me formó en la garganta. Ojalá hubiera venido antes -Guardamos esto para ti, sé que no es suficiente, pero debe servir para algo -Me dio una cámara de espionaje, la abrí y saqué la pequeña memoria que inserté en mi traje para ver el video en holograma.

"Tengo un cargamento para ti, una chica joven AB positivo y un hombre O positivo... Si, ambos están muertos ya, así que apresúrate o tu oportunidad de tomar lo que sirve se esfuma... Para la próxima que vaya a matar a alguien esperaré a que llegues, idiota". El señor Fox hablaba con alguien por teléfono y finalmente sabíamos cuál era otro de sus negocios, tráfico de órganos.

- ¿De dónde la sacaste? -Le pregunté para confirmar la fuente.

-Acostarse con uno de sus guardias de confianza tiene sus ventajas -Se encogió de hombros -Él... Bueno, lo grabó en caso de necesitarlo. Lo tomé la última vez que estuve en su habitación -Este sujeto era más audaz de lo que esperaba.

- ¿Él nos conseguiría más?

-No lo sé, tal vez. Al igual que nosotros, sus guardias de confianza están a su disposición porque tiene algo con que chantajearlos, no sé con exactitud porque Gabriel está aquí, así que no les prometo nada.

-Yo también tengo algo, Fox le compra joyas a un hombre, lo llaman Rough Cut, es un traficante de piedras preciosas, incluso se sacó los dientes para ponerse prótesis de diamante- Lo recordaba, estuvo en el club la otra noche -Pero no le paga con dinero, se lleva a alguno de nosotros, usualmente los que no logran adaptarse en las primeras semanas, nunca volvemos a saber de ellos -Apoyaba la teoría del tráfico de órganos.

-Una vez me encargaron llevar bebidas para los guardias al estacionamiento subterráneo del edificio, pero hay un piso todavía más abajo, llegué ahí por accidente y algunos chicos encerrados ahí, de no más de 20 años, gritaban en un idioma que jamás había escuchado, pero por su aspecto, supuse que serían del norte de Europa. No pude hacer nada por ellos, casi me descubren -Y eso sonaba a trata de personas. Sasha podría sernos de ayuda, su testimonio serviría para dejarlos encarcelados.

-Creo en sus historias y voy a ayudarlos, sin embargo, tengo una condición. No quiero justicia solo para ustedes, sino para todos a los que les ha hecho daño, si llevo solo esta prueba, nos desharemos de una rata mientras todas las demás abandonan el barco. Si van a arriesgar sus vidas, valdría la pena que fuera para acabar con esto de raíz -Los cuatro asintieron a lo que dije y aceptaron ayudarme a recolectar más pruebas -Es peligroso que volvamos a reunirnos, por ahora solo me entenderé con Jared, es el menos vulnerable en este momento y estará dispuesto a caer solo, sin involucrarlos si algo sale mal.