El viaje en avión a tan altas horas de la mañana era agotador para las mellizas, ambas se acurrucaron a mi lado y se durmieron sobre mis hombros, mientras que Kon' nos abrazaba protectoramente.
La isla de Temiscira era impresionante, hermosa y se respiraba un excelente aire fresco.
-Tía Diana -Papá bajo a saludar a una mujer hermosa de cabello largo y negro, que llevaba orgullosamente una corona dorada en la cabeza, la mujer correspondía con cariño al saludo de mi papá, imaginé que sería más familia.
-Pequeño, veo que tu familia se ha agrandado -Dijo sorprendida.
-Es por eso que vinimos, de otra forma no me hubiera atrevido a importunarla, mi reina.
-Tonterías, llevo años esperando que te dignes a visitarnos -Dijo más alegre -Ahora preséntame a tus vástagos.
-Mi hijo mayor, Terry -Me acerqué al escuchar mi nombre, decidí que lo mejor era portarme como mi padre, ya que nunca me habían presentado a una reina.
-Reina Diana -Hice una reverencia, estaba nervioso.
-Es tan guapo como tú y parece que heredó tus buenos modales hasta ahora, ya quiero verlo en acción.
-Eso dependerá de él -Dijo mirándome orgulloso de que esa mujer me diera su visto bueno -Y mis hijas, Helena y Alex -Las mellizas pasaron al frente y se dejaron ver con sus mejores sonrisas.
-Son hermosas, lo has hecho bien, chico maravilla, ella especialmente se parece mucho a ti -Tocó la mejilla de Helena -Apuesto a que es la que tuviste de Jason -Adivinó -Y esta otra, me recuerdas a tu abuelo, a ti debemos la visita de tu padre ¿no es así?
-Clark dijo que podrías ayudarnos -Kon' se acercó y puso sus manos en los hombros de Alex.
-Si, lo haremos tal y como hicimos con Kara en su momento, es una suerte que sean tan jóvenes, es más fácil que aprendan, me dejarás aquí a los tres ¿no es verdad?
-Ah... En realidad, esperaba que habláramos más de eso... -Papá no quería dejarnos, pero de buena manera me hubiera quedado, la reina nos invitó a su hermoso palacio de mármol blanco, hasta ahora solo había visto mujeres paseándose y entrenando con filosas espadas que lanzaban chispas al chocar entre ellas, ni un solo hombre o infantes, éramos toda una atracción.
-Perséfone, lleva a los niños a jugar por ahí, sus padres y yo debemos hablar en privado -Una bella mujer castaña le ofreció su mano a Alex y Helena.
-Vengan, los llevaré al jardín de atrás -Me indicó que la siguiera, era una chica amable.
Nos vigilaba mientras yo jugaba con las mellizas, atrapé una mariposa azul y se la puse a Alex en la cabeza, era su color favorito.
-Hermano, ahora atrapa una para mí -Pidió Helena.
-No veo ninguna morada -Me esforcé por buscar una.
-Oh, vamos hermano, tú puedes hacerlo ¡no te rindas! -Ambas me animaban.
-No sé qué voy a hacer él día que me pidan que les baje el sol, seguramente se los bajaré -Les contesté, ya sonaba como papá, divisé al fin la dichosa mariposa morada.
Fui a perseguirla, me alejé un poco de mis hermanas, pero recordé que la otra chica estaba cerca y seguí con mi persecución.
La mariposa me llevo hasta un pequeño bosque, se escondió tras un árbol y darle la vuelta para encararla, vi que se posó sobre el lomo del libro que otro niño de piel morena y cabello negro, tenía en las manos, lo leía atentamente, así que ni se percató de aquel insecto, para no distraerlo, me acerqué despacio y con las manos atrapé mi objetivo, enseguida levanto la mirada se su lectura hasta mí.
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Rollercoaster
FanfictionLo viste crecer, romperse, brillar, estuviste ahí en su momento de máxima vulnerabilidad, pero también cuando se volvió fuerte, finalmente lo acompañaste en su día más feliz, pero... ¿Eso es todo? Oh no, por supuesto que no. Ahora es el turno de su...