Capítulo 1

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-          Venga, todos a vuestros sitios.

Eva se acerca a la mesa de la profesora y habla con ella muy seria.

-          Después de clase lo comentamos. Gracias por avisar.

Será pelota. Seguro que se ha chivado que no las dejamos bailar en el patio. Cuando pasa por mi lado le hago la zancadilla haciéndola caer al suelo. Me mira, se pone roja de rabia y empieza a llorar. Vaya... tampoco quería hacerla llorar, solo quería que no fuera tan pelota.

-          ¿Qué ha pasado aquí?

Eva me mira aún llorando.

-          Me he tropezado.

No le ha dicho la verdad.

-          Venga anda levanta y ves al lavabo. Hugo, acompáñala.

-          ¿Por qué? Que vaya Nia que para eso es su amiga.

-          Y tú, eres un compañero de clase así que la acompañas al lavabo a que se ponga un poco de agua en las rodillas y no se hable más.

Eva sale de la clase y yo detrás de ella con los brazos cruzados y mirando al suelo.

...

Hugo me acompaña al lavabo a ponerme agua, pero no porqué quiera, sino porqué la profe le ha obligado. Encima que no le digo la verdad para ahorrarle el castigo... ¡será imbécil!

-          ¿Por qué no se lo has dicho?

-          No quería que te castigaran.

-          ¿Y por qué no?

-          Porqué no.

Me pongo el agua en las rodillas y vuelvo a la clase. Este tío es muy tonto, consigo que no le riñan aún sabiendo que había sido él el que me había puesto el pie para que me cayera y encima se enfada conmigo. Antes de entrar a clase me paro.

-          ¿Por qué lo has hecho? ¿Tan mal te caigo?

-          Eh...

Parece que le pillo por sorpresa.

-          Qué va chica, pensaba que te ibas a chivar de que os molestamos en el patio.

-          Pues ya ves que no... no soy como las demás.

...

Ya sé que no es como las demás. Entra a clase y yo detrás de ella.

-          ¿Ya estáis? ¿Estás mejor Eva?

-          Sí.

-          Pues venga, sentaros en vuestros sitios.

Cada uno nos sentamos en nuestro pupitre.

-          Veréis, como ya sabéis, la semana que viene se celebra San Valentín en el colegio, y ésta semana estará llena de actividades relacionadas con ello.

-          ¡Qué coñazo!

-          Así que ahora os voy a leer un trozo de un cuento y tendréis que acabarlo para la semana que viene. ¿Estamos?

Un murmullo inundó la clase... a nadie le hacía gracia tener deberes extra, y menos por una tontería... "San Valentín" ¿Aún hay alguien que crea en el amor? Uff... 

...

Deberes extra, perfecto. Como si tuviéramos pocas cosas que hacer ya. Encima de una chorrada de amor... Uff... Aguanto mi cabeza con mis manos y en silencio escucho a la profe.

-          Había una vez...

Es todo lo que puedo oír antes de cerrar los ojos y quedarme dormida.

...

Menuda historia más pesada; entreabro los ojos y miro a Eva que está apoyada en sus manos con los ojos cerrados... ¿Está dormida? Creo que voy a hacer lo mismo que ella; cierro los ojos y me apoyo en mis brazos cruzados sobre la mesa, cuando suene el timbre ya le preguntaré a alguien de qué iba la historia así por encima.

Finales inesperados para cuentos inexistentes Donde viven las historias. Descúbrelo ahora