*Riiiing*
Abro los ojos y veo a Sam mirándome. Mierda me he quedado dormida.
- Sí, te has quedado dormida en medio de clase.
- Pero no eres la única.
Mai se acerca a nosotras y me señala a Hugo.
- Ves, si es que sois iguales.
- Yo no soy igual que ese.
- Eso lo dices tú, pero los demás no pensamos eso.
...
*Riiiing*
Antes de abrir los ojos noto cómo alguien me da una colleja.
- ¡Tú! ¡Que te has quedado dormido!
- Vaya pringao estás hecho.
- Callaros los dos, capullos.
- Bah...
- Aunque no eres el único que se ha quedado dormido, ¿verdad Javy?
- Verdad, verdad. Mira, a "la trenzas" también se le han quedado pegados los ojos.
- Es que estáis hechos el uno para el otro.
- ¿Qué decís? A mí esa me importa un carajo.
- Ya claro...
- Veréis como sí.
...
Me dirijo hacia la taquilla, las chicas me esperan en el patio para seguir con nuestros ensayos para TikTok, ya lo tenemos casi listo para grabar.
- Hola.
- ¿Qué quieres ahora? ¿No te habías cabreado conmigo por no decirle a la profe que me caí por tu culpa?
- Sí. Precisamente a eso vengo.
Y tan rápido como ha venido, saca unas tijeras y en un corte limpio me corta una trenza.
- ¿¿¡¡Pero eres imbécil!!??
...
Tengo una de las trenzas de Eva en mi mano y tal cual dejo las tijeras noto como alguien me empuja y me estampa contra el suelo. Es ella.
- ¿Qué te has creído niñato? ¿Por qué lo has hecho? ¿eh? Dime, ¿tanto me odias? Pues que sepas que esto no va a quedar así, voy a convertirme en tu peor pesadilla, y para empezar voy a conseguir que te echen del colegio.
Y tras darme una patada en la barriga, que no me hace mucho daño, sale corriendo al despacho del director. Creo que la he cagado bien cagada.
- Buah Hugo, ¡eres el amo!
Javy y Flavio se acercan a mí y me ayudan a levantar.
- ¡Le has cortado la trenza a la pija! ¡Este momento va a pasar a la historia!
- Y tanto que sí. Señorito Cobo, pase al despacho por favor.
- Luego os veo tíos.
...
Se había pasado, que me tirara al suelo, o me fastidiara a la hora del patio podía soportarlo, pero esto no... que me ha cortado una trenza ¡una trenza! Se le ha ido la cabeza por completo. Espero sentada en el despacho del director con los ojos llenos de lágrimas que no pienso dejar caer.
- Adelante señorito Cobo.
- Chivata.
Me lo dice en un susurro que solo yo puedo oír.
- ¿Qué ha pasado?
- Me ha cortado una trenza, ¿no lo ve?
Me señalo el lado derecho del pelo donde solo quedan unos pocos pelos sueltos.
- ¿Por qué ha hecho usted eso?
...
¿Y ahora qué le digo? Que lo he hecho porque no aguanto que lleve las trenzas, que me gusta más con el pelo suelto... o mejor aún, ¿por qué no le digo que lo he hecho para demostrar que soy el mejor de la clase?
- Pues porqué me aburría señor.
- Señorito Cobo, su actitud ha llegado demasiado lejos; voy a llamar a sus padres para que lo vengan a recoger y a ver qué hacemos con usted, porqué lo que acaba de hacer pasa de castaño oscuro.
Perfecto, encima a mis padres...
...
¡Bien! Por fin lo pondrán en su sitio.
- Señorito Cobo, ¿tiene algo que decirle a la señorita Barreiro?
Éste niega con la cabeza.
- Muy bien pues, señorita Barreiro ya puede salir.
...
- Hablaremos con sus padres y veremos a ver la decisión que tomamos, pero ya le aviso de antemano señorito Cobo, que en éste colegio no consentimos esta actitud y que por tanto lo más probable es que tenga que dejar el centro.
- ¿QUÉ?
- A las cinco le espero aquí. Sus padres serán avisados por teléfono, no llegue tarde.
Bien, ésta vez la he liado pero bien.
...
Me voy para casa directamente, me da igual saltarme las clases que faltan, no puedo ir así por el colegio, las mayores se reirán de mí por no hablar de los chicos...
...
Las cinco, a ver qué me cuenta el dire...
- ¿Puedo pasar?
- Sí pase señorito Cobo, estábamos esperándole.
- Ajam.
Me siento en la silla que queda libre, mis padres me miran con mala cara.
- Bueno, ¿quieren decirle algo o se lo digo yo?
- Te vas directo a un internado en Suiza.
- ¿Qué?
- Ésta misma noche coges el avión.
- ¿¡Qué!?
- A ver si allí te enderezan, porqué yo ya no sé que más hacer.
- Pero... no me podéis hacer esto.
- Sí podemos, de hecho lo estamos haciendo y ahora vamos para casa a recoger todo.
- Pero mamá, yo...
- Ni mamá, ni papá, ni nada. No hay más que hablar y punto.
- Perdone por las molestias señor López.
- Tranquilos. Que le vaya muy bien señorito Cobo.
- Que te den.
Salgo del despacho del director corriendo como si en ello me fuera la vida. No me pueden hacer esto... odiaré toda mi vida a Eva por esto, todo ha sido su culpa.
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Finales inesperados para cuentos inexistentes
FanficMe llamo Eva y tengo 12 años. Desde pequeña llevo dos trenzas que rara vez me quito; mi abuela me enseñó a hacérmelas y me gusta mucho como me quedan. Mis tres mejores amigas son Sam, Mai y Nia y a la hora del patio ensayamos para grabar TikToks aun...