Le va a encantar, estoy convencido de que le gustará, y más porqué no creo que nunca nadie la haya llevado a un sitio como este. Espero que se haya puesto bien guapa y que tenga ganas de disfrutar de la noche.
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Llevo todo el día inquieta, los mensajes de Instagram me han asustado, ¿quién es, y por qué sabe lo que hago? He intentado distraerme con mi madre que me ha notado rara pero no le he querido decir nada para no preocuparla. Me ha comprado el vestido sin poner pegas nada más decirle que esta noche salía por ahí, supongo que se imagina que es para salir con Hugo; parece no hacerle mucha gracia pero siempre me ha dejado elegir lo que yo creo que es mejor para mí, y si sale mal, sé que va a estar ahí para apoyarme.
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Llevo puesto un pantalón vaquero y una camisa blanca, nada del otro mundo pero a mi madre casi se le saltan las lágrimas al verme.
- ¡Ay cariño! Pero cuánto has crecido, estás hecho todo un hombre...
No he podido evitar contestarle.
- Pues no es la primera vez que me visto así... no sé porque no me has visto... ah sí, ya sé... quizá porque he pasado casi toda mi vida en Suiza lejos de vosotros.
- Ni se te ocurra volverle hablar así a tu madre.
Mi padre ha aparecido en el salón; a mi madre estaban a punto de saltársele las lágrimas pero ésta vez de tristeza.
- Ya sabes que fue por tu bien hijo.
Sé lo que me diría Eva en esta situación, qué me había pasado y que tratara mejor a mi madre, así que antes de salir de casa le doy un beso.
- Siento la contestación que te he dado.
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El vestido que he elegido es azul marino, no es nada del otro mundo, simple, cuello barco y un poco más largo de medio muslo. Las sandalias de cuña blancas que me compré en verano servirán para esta noche. Pican a la puerta, debe ser él.
- ¡Yo voy!
Salgo corriendo con cuidado de no torcerme los tobillos, abro la puerta y me encuentro un enorme ramo de rosas rojas en mi cara. No puedo ver quién hay detrás de él pero sin pensarlo lo aparto y le doy un beso en la boca.
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Me está besando... haz algo Hugo, reacciona, ella ya ha dado el primer paso.
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Le estoy besando... no reacciona. Me aparto un poco, lo mismo le ha molestado.
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Se está apartando, pero la cojo por la cintura y la acerco más a mí. E intento meter mi lengua en su boca, encuentro dificultad al principio, pero rápidamente la abre y me deja adentrarme en ese lugar húmedo.
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Me ha cogido por la cintura, le paso los brazos por detrás del cuello acariciándole la nuca. E intenta profundizar el beso, al principio no lo veo claro, estamos a la puerta de mi casa pero rápidamente se me olvida y le dejo entrar, o soy yo la que meto mi lengua en su boca, la verdad que no lo sé.
- Ejem...
Me separo rápidamente de él.
- Ma... ma... mamá... no, no es lo que parece.
- Ya claro... Eva, si me da igual, pero pasad para dentro... ¡qué van a decir los vecinos!
Y después de decir esto se va escaleras abajo.
- Voy a por pan, que no queda para la cena.
- Vale mamá... yo me voy en un momento también.
Hugo se rasca la coronilla y me mira con cara de niño pequeño. Le sonrío.
- Pasa un momento anda, mientras cojo el bolso.
...
La casa está en silencio. Eva ha entrado a su habitación a coger el bolso. Se abre una puerta y sale María del baño tapada con una toalla. Me mira y empieza a chillar como una loca.
- Eh, María, tranquila... soy Hugo... ¿no te acuerdas de mí?
Entrecierra los ojos, el pasillo está oscuro y parece que me reconoce.
- Ah, ¿que eres tú?
Y abre otra puerta y desaparece sin más. Eva abre la puerta de su cuarto.
- ¿Qué ha pasado?
- No sé... tú hermana me ha visto, ha chillado, le he dicho que era yo... y se ha metido en esa puerta.
- Uf... déjala... que tiene un pavo... ¿Vamos?
Me sonríe ampliamente, sus dientes blancos relucen en su cara.
- Espera, ¿has leído la tarjeta?
Veo como la coge, la abre y recita.
- "¿Has estado alguna vez en las nubes?"
Me mira con cara curiosa y se ríe.
- Bueno qué, ¿has estado o no?
Niega con la cabeza y pasa delante de mí, abre la puerta y sale. Se va a sorprender. No puedo evitar mirarla, con todo, no me había fijado aún en lo guapa que está. Las piernas largas y morenas hacen contraste con el vestido azul que lleva puesto.
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- Bueno, ¿a dónde vamos?
- A las nubes ya te lo he dicho.
Me guiña un ojo y me sonríe de medio lado.
- Toma.
Me tiende una venda.
- Póntela.
Le miro no muy convencida.
- Vale, te la pongo yo.
Y pasa por detrás de mí, pone sus manos a lado y lado de mi cabeza y me ata el pañuelo. Huele a él.
- Qué mono el pañuelo.
- Es de mi madre.
- Me lo imaginaba, siendo de flores no sé si acabaría de conjuntarte.
Se ríe y me da la mano.
- Vamos.
Subimos a un coche, él se sienta a mi lado, le oigo susurrar algo al conductor. Después se acomoda y me pone la mano encima de la pierna.
...
Qué piel más suave tiene, la acaricio, ella parece no inmutarse. Miento. Ante el primer contacto se le eriza la piel.
- Hace un poco de frío, ¿no?
Intenta disimular y le sigo el rollo.
- Un poco.
Subo la mano que tengo apoyada en su pierna y se la paso por los hombros intentando darle calor. Se acurruca sobre mí.
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Juuu se viene cita cuqui🥰
¿Qué os parecen los primeros momentos? No me digáis que no son monísimos♥️
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Finales inesperados para cuentos inexistentes
FanfictionMe llamo Eva y tengo 12 años. Desde pequeña llevo dos trenzas que rara vez me quito; mi abuela me enseñó a hacérmelas y me gusta mucho como me quedan. Mis tres mejores amigas son Sam, Mai y Nia y a la hora del patio ensayamos para grabar TikToks aun...