FAIRLY LOCAL |kylo ren

25: KORRIBAN

KORRIBAN o también llamado Moraband era un planeta de montañas y arenas rojas, se veía abandonado , parecía devastado despues de bastantes guerras, estaba lleno de tumbas, era un cementerio, Dilara lo podía sentir. En cuanto puso un pie en la arida tierra tambien podía sentir susurros, unas voces asperas y profundas, que le daban escalofríos, cerró los ojos, lo único que quería era taparse los oídos, pero eso no serviría de nada, todo esto estaba dentro de su cabeza, en su mente. El viento soplo y le revolvió el cabello mientras los susurros y gruñidos se hacían mas fuertes y punzantes en su cabeza. Cerro los ojos y jadeo en molestia.

—Yo también lo siento—Kylo le dijo a su lado, el viento elevaba las capas de ambos.

—¿Y que se supone que hacemos ahora? ¿Cómo buscamos uno? ¿Una especie de rastreador?

—Tu eres el rastreador—él le respondió simplemente haciendo que ella agrandara los ojos sin entender—. Sigue tu instinto, sigue las voces, yo te seguire. Concentrate.

Dilara cerró los ojos y suspiró, hizo lo que le dijo, se enfoco y se concentró , pensó en la voz que le susuraba Korriban en las noches, se enfocó en esa voz.

"Dulce niña..." escuchó una voz aspera y grave, una voz que la hacia caminar, una voz que hizo que se moviera. Le puso los pelos de punta, era tan  desagradable que le hizo hacer una mueca.

—Esto...esto es una ciudad fantasma—ella susurró, abrio los ojos y el susurró se detuvo, tomo su capa y rompió un pedazo.

—¿Qué haces?

—Confio en ti—ella murmuró, mientras se ponía la venda en los ojos y la cerraba, ahora sin poder ver nada, no se sentía indefensa, lo tenia a él a su lado. Kylo supo a lo que se referia, sintió la sensación de ella de estar a salvo, y en cuanto Dilara dio un paso escuchó el sonido de el sable de luz de Kylo. El suave susurro y vibración que emitia el sable y que Kylo la empuñara a su lado y asi ambos comenzaron a caminar, Dilara yendo donde su mente le decía, donde sentía mas de cerca esa horrible voz.

Ninguno de los dos habia dicho nada en el camino, lo único que se habia oído era el sable de luz. Dilara supo que debía parar. Se detuvo y se quito la venda, frente a ellos habían tierras baldías con enormes monumentos, oscuros y aridos pero imponentes, le hizo temblar por dentro.

—Esto es un cementerio, son...

—Criptas—Kylo asintió.

Sin emabrgo uno de los monumetos destacaba de los otros, era el mas largo y grande, se notaba el mas importante, Dilara lo señaló.

—Alli.—dejo caer la venda y comenzó a caminar  sintiendo el pecho mas pesado, las voces se volvieron susurros, susurros indeseables y lo único que quería era que se callaran, no las aguantaba, no entendia muy bien, porque hasta que a medio camino, se dio cuenta porque. Porque esas voces le eran tan detestables, eran las voces de los ebrios de la cantina, la voz de Maximus, la voz de su madre, la voz de Anakin, todas transformadas en susurros retorcidos. Supuso que Kylo debía esuchar voces de su pasado, no podía verle el rostro pero supuso que debía estar tan disgustado como ella, sin emabrgo una voz que no reconoció le llamo la atencion.