"Me perteneces..."
"No, Kylo, las personas no pertenecen a otras. Y yo ya no le pertenezco a alguien, ya no más."
Después de ser liberada y posteriormente traicionada por la Resistencia, Dilara, una rec...
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—¿DE DONDE sacaste ese nombre?
—¿Sabes quien es?—ella preguntó.
Él asintió lentamente distraído, viendo en realidad el sable de luz rojo de doble hoja que Dilara sostenía, ella apretó el embolo y la luz desapareció dejándola solo con el mango de metal.
—Me lo dio la voz—ella murmuró alzo la mirada y vio que frente a ellos había una especie de tumba, en lo alto estaba escrito.
"Darth Bane"
Era un idioma arcaico pero Dilara no supo como lo tradujo en su cerebro, vio a Kylo junto a ella y salto de su lugar, parándose inmediatamente, asustada. Él se levanto.
—Tus ojos...—ella murmuró acercándose para acunar el rostro de él, los ojos de Kylo se estaban volviendo amarillos, pequeños tintes de oro comenzaban a brillar.
—Los tuyos también—él identifico, Dilara sentía enojo y miedo, muchas sentimientos que la confundían pero lo único que sentía era que eran negativos, no sentía esperanza, no sentía amor, no sentía felicidad, como si nunca la hubiera sentido, y la asustaba lo único que quería era irse lo mas rápido de Korriban, sin embargo algo le decía que aun no podían irse, que el sable de luz no era lo unico que debían sacar de ese templo.
—Por aquí—ella murmuró caminando, adentrándose aun mas al templo, Kylo encendía su sable y alzo la ceja cuando Dilara hizo lo mismo, el sable de doble hoja—. ¿Sabes quien es Darth Bane?
—Algo—él respondió—. Fue un legendario Sith, creo la regla de dos.
—Dijo algo asi, ¿Qué es esa regla?
—Palpatine y Darth Vader, luego Snoke que me eligió a mi, y ahora tu y yo, somos una diada en la fuerza.
—Un maestro y un aprendiz—ella asintió, entendiendo, pero algo la molestaba, si, ella y Kylo tenían una conexión, pero ella también tenia una conexión con Rey, no era solo ella y Kylo, también eran ella y Rey.
—Así que Kenobi—Dilara siguió—. ¿Sabes quien fue mi abuelo?
—Mi madre me nombro por él.—explicó—. Se llamaba Obi Wan pero para resguardar su identidad se llamó Ben.
—Obi wan kenobi, caballero jedi—ella murmuró viendo su nuevo sable de luz de doble hoja, que al contrario de los buenos, emitía un color ojo contrario al de la luz, su abuelo debió haber sido muy bueno, caballeroso y honrado si debió haber sido un caballero. Y luego estaba ella, la desgraciada de su nieta que se había unido al lado oscuro, había recuperado el sable de un antiguo y legendario Sith, y estaba con el supremo líder, estando ahora en Korriban, el planeta de origen de los Sith. Vaya familia, tragó sintiéndose....sintiéndose como una decepción.
Sin embargo unos gruñidos la sacaron de sus pensamientos, inmediatamente tanto ella como Kylo se pusieron en posición, ambos contra la espalda del otro, viendo hacia todos lados por la posible amenaza, ambos dando vueltas en un circulo hasta que por fin lo vieron.
