5. REY

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DILARA APENAS podía respirar, sentía como sus pulmones se llenaban de polvo, no podía ver, solo estaba en la oscuridad, quiso gritar, quiso llamar a Poe, pero su voz no salía

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DILARA APENAS podía respirar, sentía como sus pulmones se llenaban de polvo, no podía ver, solo estaba en la oscuridad, quiso gritar, quiso llamar a Poe, pero su voz no salía.
Abrió los ojos pero aun no veía nada, estaba ciega, y no escuchaba nada, el miedo le cerraba la garganta y le bombeaba el corazón. Trato de mover algo, y se dio cuenta que estaba en el suelo, enterró su mano en lo que era la tierra, y trató de arrastrarse, no importa cuanto abriera los ojos o pestañeara, aún no podía ver nada, haciéndola aun mas desesperada. Sentía que la cabeza le iba a explotar y algo caliente le caía por la cara. Pensó en quedarse quieta, en esperar la muerte pero no podía hacer eso, Poe no la libero para que se diera por vencido, moviendo sus pies y clavando sus manos en la tierra y siguió arrastrándose. Sin embargo sentía que eran horas, cuando en realidad eran solo segundos, parecía eterno y sus pulmones solo tenían humo, apenas podía respirar y sentía que algo la aplastaba sin importar cuanto se moviera. No supo porque, como en el sueño que habia tenido antes, levantó la mano e hizo como si tirara de algo con todas sus fuerzas.

Inmediatamente un haz de luz la cegó. Cerró los ojos y sintió el calor golpearle la cara, escupió y jadeó, tosiendo dolorosamente mientras trataba de tomar aire. Hizo sus manos puños, envolviendo la tierra en sus manos de dolor. Abrió los ojos poco a poco, al principio vio borroso y algunas manchas negras y de colores. Se dio la vuelta, acostándose en su espalda, el cielo que antes había sido de un color azul precioso ahora era naranja grisáceo.

—¡Poe!—gritó pero solo consiguió toser más, apretando los dientes trató de sentarse, a su alrededor todo era caos, fuego a su alrededor, humo en el aire, se vio el cuerpo y jadeó cuando vió un gran pedazo de metal enterrado en su pierna. Le dolía terriblemente, y sentía que se iba a desmayar, mientras lloraba por el dolor. Se toco la cabeza y la cara, viendo asustada como su mano estaba manchada de sangre roja brillante, sus brazos estaban llenos de cortes y heridas. ¿Qué debía hacer con eso en su pierna? Si se lo quitaba iba a sangrar descontroladamente, si no se lo quitaba como diablos iba a caminar?

—¡Aquí hay alguien!—escuchó una voz robotica, por un segundo pensó en la resistencia, por un segundo se sintió a salvo, sin embargo la Resistencia no tenia cascos exepto por los pilotos pero no les cambiaba la voz. Frente a ella aparecieron varios hombres con armadura completa y blanca, todos tenían blasters, inmediatamente ella puso sus manos en alto.
Aunque jamas los habia visto Dilara los reconoció de inmediato, eran stormtroopers, los soldados de la primera orden, los soldados de la ley.
Había oído historias de como los sacaban de los brazos de sus padres y los convertían en despiadados soldados sin opinión, solo recibiendo ordenes. Junto a ellos llegó un hombre alto que no traía casco, era pelirrojo y tenia una mirada amenazadora que no le gustaba para nada a Dilara, su cara era macabra, como los hombres que entraban a la cantina de Maximus. Traía ropas negras y tenia un porte elegante, ademas de un símbolo en su brazo que Dilara pudo reconcoer como de la primera orden.

—Ejecutenla—él le ordenó a uno de los stormtroopers que alzo la blaster, ella sintió su corazón saltarse un alrio.

—Por favor, no me dispares—le pidió al hombre o mujer detrás de toda su armadura y para su sorpresa, este lentamente bajo la blaster.

FAIRLY LOCAL |kylo renDonde viven las historias. Descúbrelo ahora