Una Pequeña siempre soñó en poder llegar a ser una mujer casada con el amor de su vida, su amigo de la infancia era el afortunado, nadie mas que ella conocía la dulzura de su corazón, pero, había algo que los separo, la distancia y la edad. Ella era...
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- primer punto; espero que estés al tanto de nuestra situación - dijo serio - segundo; en esta casa hay reglas y pronto las sabrás, tercero; cada vez que te hable mírame a la cara
La joven no reconocía la actitud de aquel hombre, ella levanto su mirada para verlo su corazón seguía latiendo por el, y jamás dejaría de estarlo, ella pensaba que esto era una obsesión, por parte de ella, pero no lo sabia. La mirada de ambo estaban juntas, los ojos celeste de aquel hombre y los ojos t/o, la chica reacciono y dio la vuelta para regresar a la sala, con los demás. El hombre se quedo sorprendido por la actitud de la chica.
- regresaste - dijo la albina -
- pensé que el viejo te estaba matando - dijo el chico albino -
- les diré lo mismo que le dije a mi padre - suspiro y sonrió - soy difícil de matar
- bien preciosa podemos seguir hablando - dijo el alado coqueto -
- bien de que quieres o quieren hablar - dijo sentándome -
- yo quiero preguntar - dijo la albina - ¿de donde eres?
- Berlín, Alemania - dijo sonriendo -
- ¿Qué posición tienes como héroe? - dijo el alado -
- soy la heroína no. 2 Kaiserin - sonríe - no puedo ser no. 1 por que es lugar de mi padre
- ¿te gustan los deporte? - dijo el albino -
- si, los practico, tal como el esgrima, gimnasia y boxeo - dijo tomando té - espere... noooo!
la chica corrió a su habitación, tomo su teléfono, regreso a la sala y marco a un numero, el rostro de ella era de preocupación, y todo combinado.
Narra Tn...
Por que se me olvido, soy una mala madre, marque a la oficina de mi padre, me estaba preocupando... Hasta que al fin contesto.
- donde están mis hijos!? - casi al punto de llorar -
- quería llegaran en una hora - dijo mi padre burlón -
- eso espero! - ya enojada - adiós...
Colgué y suspire tome de mi té y vi al resto con caras de sorpresa, me lo imaginaba.
- tienes hijos?! - dijeron los 3 a la vez -
- amm si... - sonreí tímida -
- esto esta mal... - dijo la albina preocupada - papá no soportara...
- Fuyumi relájate - dijo su hermano -
En eso sonó la puerta principal, un ladrido y unos maullido me levantaron el animo, abrí la puerta de la sala, mi pequeño dálmata se lanzo a mi, seguido de mis hermosos gatos.
