Una Pequeña siempre soñó en poder llegar a ser una mujer casada con el amor de su vida, su amigo de la infancia era el afortunado, nadie mas que ella conocía la dulzura de su corazón, pero, había algo que los separo, la distancia y la edad. Ella era...
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Quienes se encontraban en la residencia estaban algo distantes, los dos albinos y el bicolor notaron algo raro en su madre e hermano mayor, pero preferían no darle importancia alguna, aunque la hermana mayor, estaba algo preocupada, por que le habían confirmado la cita con la modista, dentro de 1 hora y media, y ni señas de la pareja.
— Hija... siéntate, no tienes que preocuparte por que tu padre no llegue
— Papá no me preocupa...
— entonces que te pone así?
— E-es que... bueno hoy
— Vamos habla de una vez
— Dentro de una hora, tenemos una cita con la modista, para lo del vestido de Lisener y bueno... ella no ha...
En eso entran a la sala el hombre de fuego y su pareja, quienes parecían mas felices de lo normal, la chica albina casi cae desmayada por la tensión que le había provocado, el mismo estrés.
— Que bueno que apareces! tenemos que irnos ya!
— D-de primero buenos días... y adonde vamos?!
Las dos chicas salieron de la casa nuevamente, en cambio el resto se quedan en la sala, todos intentan conversar de algo, pero nada funciona hasta que, la mujer suelta un tema de conversación algo inesperado.
— Enji, dime... piensas tener hijos con tu... futura esposa?
— M-mama...
— Si, pienso tener hijos con ella, la cantidad exacta no la se, pero si tendremos
— ... Q-que bien...
Mientras la incomodidad inundaba el lugar, las dos chicas se dirigían al la modista, las dos parecían nerviosas, pero eso no les borraba la felicidad.
— esto es emocionante, solo faltan 2 meses!
— Entre nosotras parece que tu eres la novia, estas más nerviosa que de costumbre...
— es por que bueno, hay muchas emociones! mi hermano esta de vuelta, papá se casara por amor, es mucho para asimilar! de verdad llegaste a cambiar nuestra familia
— no tienes que agradecerme la verdad... lo hago por amor a la familia
Ambas llegaron a donde estaba era la cita que tenían, comenzaban a tomar las medidas del cuerpo de Lisener, de igual modo el de la albina
— los diseños están claros así que, bueno los adaptaremos a sus medidas, solo faltan las otras cuatro damas, les parece que me las traigan el próximo viernes?
— Claro, las traeremos el próximo viernes
— Y señorita Wolf, sus caderas crecieron mas, desde las ultimas medidas que tome hace un mes...
— B-bueno... jejeje lo se
La modista y la chica comenzaron a reír, aunque la albina no entendía lo que pasaba pero suponía y se sonrojo. Después de un tiempo comenzaban a caminar por la plaza, ambas estaban felices por ver todo.
