Capítulo 3

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Fénix.

– ¿Realmente lo ves como algo necesario? – pregunta Dylan mientras se arregla la corbata.

– Sí. Después de que me hayas regalado el curso, lo he reflexionado muchas veces. Necesito este cambio, será lo mejor si quiero desvincularme de mi pasado y de él... Para que nada parecido vuelva a pasarme.

– Se me hará tan raro llamarte así... – admite en voz baja y le doy un beso suave en los labios. – Ya he hablado con Max, modificará tus papeles cuando pueda. No sé cuánto podría tardar, pero creo que lo tendrás antes de empezar tu nuevo empleo.

– Te lo agradezco. Estoy más tranquila sabiendo que todos esos rumores se mantendrán lejos.

(...)

Este miércoles fue humillante para mí.

Estaba aburrida y no se me ocurrió nada mejor que revisar la sección de noticias de mi celular, pero en vez de encontrarme con algún test divertido o curiosidades acerca de animalitos, un titular me pilló desprevenida. Mi nombre salía bien marcado en negrita. Sin apenas dar un respiro, hice click para leer el periódico digital en cuestión.

"Senata Clark, la prometida y casi esposa de Joseph Bridget no ha vuelto a aparecer en público. ¿Será que no era tan inocente como nos hizo creer? ¿Era su interés por el dinero de los Bridget lo que hizo que el magnate cambie los planes acerca de la boda?

Al parecer sí. La joven de veintiún años era una completa desconocida antes de forjar una relación con el multimillonario. Si bien las intenciones de Erika Anderson eran transparentes, creemos que Senata solo quería hacerse con un nombre y una fortuna."

Me quedé helada al acabar la última frase del artículo, impresionada por la falta de empatía de esos periodistas. Me habían puesto verde, quedé como la villana, y no solo en la intimidad, sino a los ojos de miles de personas. Era injusto, pues cada frase de aquel nefasto fragmento era mentira.

Con mis dedos temblorosos por la impotencia tecleé mi nombre en el buscador y me topé con por los menos seis publicaciones del mismo estilo, algunas de antes de que rompieramos.

Especialmente quedé estupefacta ante un artículo que no tenía pelos en la lengua a la hora de dar su opinión.

"La prometida de Joseph Bridget no parece ser nada más que un molde vacío. Está más que claro que estuvo con el magnate por puro interés. Elí Johnson, una trabajadora de la empresa, nos confirma que hasta le fue infiel con Adley Miller, el mejor amigo y socio del magnate. Por suerte parece que la boda ha sido cancelada y no volveremos a ver al guapo multimillonario junto con una zorra como la señorita Clark. "

Estaba totalmente incrédula. ¿Como una fuente de comunicación tan conocida podía permitirse utilizar esas palabras en sus artículos? ¿No había nadie para censurar algo tan denigrante? No tuve más remedio que contárselo a Dylan. Me escuchó llorar y no pude contenerlo más en mí.

Me propuso denunciarlo, pues tenía un amigo de confianza que era abogado. Pero sólo de pensar en todo el proceso, sentía opresión en el pecho. Me negué rotundamente a darle atención a esos bultres, que solo sacarían más artículos si me mostraba molesta por esa polémica. Hasta podrían dar por echo que todo es cierto sólo porque me haya enfadado.

Reflexione en cómo iba a seguir adelante con medio país tachandome de zorra. Y simplemente no podía. Aquello me superaba. Es por eso que mi decisión fue inquebrantable. Lilith Mayer sería mi nombre y mi identidad a partir de entonces. Yo era un fénix y renacería de mis cenizas, demostrando que todas esas especulaciones no eran más que basura. Y que con mi propio esfuerzo lograría llegar más alto que ellos, aun si debía empezar desde lo más bajo.

Dulce y posesivo © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora