Capítulo 5

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Jaque mate.

Su aliento agitado contra mi rostro, sus ojos clavados en los míos que expresan pánico. Los dos hemos sido pillados en un crimen. El mío, desobedecer sus órdenes, el suyo, no lo sé ni me importa. Solo quiero escabullirme e huir de ahí para evitar la reprimenda que me espera.

– No debí confiar en tí tan rápido, eres una pequeña ladrona, ¿no es así? – pregunta con un tono ligeramente burlesco.

Tiene una sonrisa casi sádica. Y por unos segundos el miedo se inyecta en todos mis poros. Él ya no es el hombre servicial y amable de la mañana, su imagen ha cambiado, porque él ha perdido el control. Y las personas como él, le temen a equivocarse.

– Mi novio... Digo... Mi móvil, lo olvidé. Tenía que recogerlo. Te lo iba a decir. – tartamudee. 

El agarre que impone sobre mis muñecas empieza a dolerme. Se da cuenta de ello y me suelta.

– Lo siento... Ehmm... Yo no debí reaccionar así.

Da unos pasos alejándose de mí. Se desabrocha algunos botones de la parte superior de su traje, porque al igual que los demás va disfrazado.

– ¿Qué es todo esto? ¿Una fiesta privada?

– ¿Es necesario hacer tantas preguntas my Lady? – su voz vuelve a escucharse tierna.

En cierto modo, sus cambios de humor han repentinos me confunden. Pequeños escalofríos recorren mi columna vertebral. Pero en mi sistema no hay más miedo, hay curiosidad.

Una curiosidad que en las películas de terror les cuesta la vida.

– Lo és desde el momento en el que vi temor en tus ojos. ¿Hay drogas? ¿Esto si quiera es legal? Si no me respondes tú, lo hará Bryce.

Si esto es ilegal no quiero meterme en ningún problema. Cantaría a la policía sin dudarlo, ser cómplice no es una opción para mí.

– No hay nada que rompa la ley aquí. No soy un criminal. Pero no digas ni una palabra de esto a mi hermanastro.

– ¿Bryce es tu hermanastro?

Ahora se entiende la confianza que se percibe entre ellos dos. Pero por lo visto hasta en la familia hay secretos.

– Sí. Como puedes ver somos polos opuestos. Y si él llega a saber que organizo roles aquí, lo jodería todo. Siempre lo hace. Su actitud idiota alejaría a todos mis invitados.

– ¿Ustedes tienen sexo aquí? – pregunté parpadeando perpleja.

– ¿De qué estás hablando? El mundo del Rolplay es más amplio que eso, no todo rol es sexual. Se basa
en ser quien tú quieras ser por unas horas. Es como actuar, vivir lo que estas interpretando.

Había escuchado un poco del roleplay en algunas novelas que he leído, pero la mayoría lo relacionaba con roles sexuales y jamás pensé que se podía hacer algo más que disfrazarse de enfermera sexy o una alumna traviesa.

Debe de ser realmente reconfortante poder convertirte en otra y hacer cosas que en la vida real no podrias. Como si entrases en alguno de tus libros preferidos.

– Suena muy bien... Demasiado bien. ¿Como puedo unirme?

– No. No puedes.

– ¿Por qué no?

– Porque son reuniones privadas. La gente paga por estar aquí. Por utilizar este local, por beber y por los disfraces. Y cuando digo gente me refiero a personas de nombre. Políticos, artistas, músicos. También pagan por la discreción. No cualquiera puede unirse.

Dulce y posesivo © (+18)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora