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Cuando entró a la habitación de YoonGi no esperó verlo en tan malas condiciones

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Cuando entró a la habitación de YoonGi no esperó verlo en tan malas condiciones. El mayor estaba tirado sobre su cama, pero no dormía, al contrario, poseía unas ojeras inmensas que HoSeok no había visto antes, el cabello estaba desaliñado y la ropa sucia. Solo sabía de su estado por SeokJin, ya que YoonGi lo ignoró toda la semana desde que supo lo de JiMin.

TaeHyung se había encargado de hacer saber a todos acerca de lo sucedido en la fiesta, y por supuesto, HoSeok intentó hablar de inmediato con el mayor, sin embargo, no lo logró, hasta ese momento. Convenció a la madre de YoonGi de dejarlo pasar sin avisarle y ahora que por fin había logrado entrar a su cuarto y verlo, se dio cuenta que JiMin no era el único que lo estaba pasando mal.

El mayor aún no se daba cuenta de su presencia, tenía la mirada perdida en el techo. HoSeok dio unos toques a la puerta, captando su atención.

-¿Qué haces aquí?

-Tenemos que hablar, hyung.

-No hay nada de que hablar. -Se volteó ignorando al menor.

El castaño se le acercó indignado, sentándose en el borde de la cama.

-JiMinnie...

-¡No me hables de él!

Como si le hubiese echado agua a una sartén con aceite hirviendo, YoonGi saltó en su lugar, mirando al menor con unos ojos que le advertían cuidado. HoSeok pudo ver como se le erizaba la piel.

-¡Hyung, solo quería acercarse a ti!

-¿Enviándome unas estúpidas cartas? ¿Mintiéndome cuando le pregunté si era C.C?

-¡Tenía miedo!

-¡Y lo defiendes!

-¡Es mi amigo, hyung!

-¡Yo también!

-¡Y por eso estoy aquí, tratando de que entres en razón!

-¡No tengo que hacer nada! ¡Me mintió, se rió en mi cara!

-¡Él jamás hizo eso! Solo quería tú atención. ¡¿Además, por qué te alteras tanto?!

-¡No estoy alterado!

-¡Por Dios, Min YoonGi, admítelo!

-¡¿Admitir qué?!

-¡Te gusta JiMin!

El silencio reinó por unos minutos, ambos se miraban a los ojos, ni siquiera pestañeaban. Pasó más tiempo hasta que YoonGi se levantó, aún sin decir nada, fue hasta la puerta y la abrió por completo, HoSeok podía percibir que estaba temblando como si estuviese resistiendo una ira o un llanto descontrolado.

-Largo.

Fue lo único que dijo y el menor no se negó. Se levantó y pasó por su lado sin decir nada, solo le lanzó una mirada.

Bajó las escaleras y le brindó una sonrisa de disculpa a la madre del mayor.

Cuando salió de la casa, se quedó mirando el cielo, como si fuera lo más interesante del mundo. Su celular vibró, era un mensaje de TaeHyung.

Se secó una lágrima traicionera y partió rumbo al hogar del peliazul.

Cartas a Hyung - myg & pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora