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El silencio perduró en el aire por unos minutos, ambos se miraban fijamente como si no lo hubieran hecho hace semanas, y es que la realidad se asemejaba a aquello

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El silencio perduró en el aire por unos minutos, ambos se miraban fijamente como si no lo hubieran hecho hace semanas, y es que la realidad se asemejaba a aquello.
JiMin pudo percibir como se encogió su estómago, le sudaron las manos y se puso rojo como tomate, sin mencionar que nuevamente lo inundaron las ganas de llorar, pero se las aguantó. No lloraría ahí, no frente a él. Mordió su mejilla interna reprimiendo un sollozo, y apretó sus puños aguantando las ganas que tenía de saltar sobre el mayor y abrazarlo con todas sus fuerzas. Desvió la mirada y de sus ojos traicioneros salió una lágrima que secó rápidamente.

Por otra parte, YoonGi sintió la ira recorrerlo de a poco, frente a él estaba la persona que se había reído en su cara, que lo había engañado con artimañas sucias y hábiles..., que hacía latir su corazón a un ritmo anormal. Tuvo que reprimir el impulso de ir y coger en sus brazos a aquel dulce chico cuando vio la salada gota de agua resbalar por su mejilla, plantando sus pies en el suelo bajo él y negándose a dar un solo paso.

Ninguno dijo nada más por varios minutos, hasta que el menor no pudo aguantar más y camino hacia la puerta, ignorando a YoonGi cuando pasó a su lado.

—¿TaeHyung? Sé que estás ahí, por favor, abre la puerta —Su voz sonó temblorosa, suplicante, sin embargo, nadie contestó—. Por favor, no me hagas esto... TaeHyung... —Una vez más, no hubo respuesta.

—¿Para qué suplicas? ¿Es parte de tu plan también? ¿Pretendes qué te crea que no sabías nada acerca de esto y eres solo una víctima más? —Esta vez fue el turno de JiMin para no responder— ¿No dirás nada?

—... TaeHyung, Hobi hyung, cualquiera... Por favor, solo sáquenme de aquí. Por favor... —Para ese entonces las lágrimas caían sin parar de su bello rostro y su voz temblaba con cada palabra.

—¿Quieres parar? Tu teatro no funcionará, mejor detén esto y salgamos de aquí.

—¡Por favor! ¡Chicos! ¡No quiero estar encerrado!

—¡Dios, JiMin, cállate!

El pelirosa no era el único que sufría, YoonGi estaba igual que él. Lloraba sin parar, temblando en su sitio, tapándose los oídos para no oír los gritos del menor, que poco a poco estaban destruyendo su corazón.

—¡...TAEHYUNG! ¡JUNGKOOK! ¡ÉL QUE SEA!

—¡QUE TE CALLES, MALDICIÓN!

YoonGi avanzó rápidamente hacia él, obligándolo a voltearse, quedando frente a frente otra vez.

Si creía que el llanto del menor le taladraban el alma... Verlo allí, tan destrozado, sollozando, con la nariz y ojos rojos, el rostro repleto de lágrimas y mordiendo su labio inferior con fuerza hasta lastimarse, le hizo añicos todo su corazón.

Mandó al diablo su orgullo, sus dudas, su interés en aparentar que no lo amaba, le dijo adiós a todo...

... Y lo besó.

JiMin no reaccionó por varios segundos, pero cuando lo hizo se alejó del mayor con la mirada sorprendida y herida en sus ojos.

—¿... P-Por qué?

—... No cerrabas la boca.

—Hyung...

—Minnie...

Se acercó a él nuevamente, el pelirosa retrocedió hasta chocar con la pared con la respiración agitada. YoonGi levantó una mano, acariciando sus pómulos, borrando todo rastro de lágrimas.

–No llores.

—¿Cómo quiere que no llore? ¿Después de todo lo que me ha dicho, de lo que ha hecho?

—Me equivoqué... Ahora sé que tú no...

—¿Se equivocó? —lo cortó el menor— Solo con verme destrozado y llorando por usted, ¿con esto recién se dio cuenta de que soy inocente de todo lo que me acusó?

—No estaba pensando. Creí que se trataba de una broma pesada y cruel, ¿cómo podría imaginar que alguien como tú se enamorara de alguien como yo?

—¡Pero sucedió, hyung! ¡Me enamoré de usted! ¡Lo amaba! ¡Aún lo hago! ¡Y usted... usted solo...!

—Pérdoname, por favor, yo lo siento mucho... —sollozó cayendo de rodillas frente al menor, abrazando sus piernas mientras derramaba sus lágrimas en el pantalón—. Sé que te hice daño, sé que te lastimé, de verdad lo siento... Perdóname.

—L-Levántese, hyung, no esté así...

—Me pongo de rodillas solo por ti, JiMin. Por tu perdón...

—Hyung...

—Por favor, por lo que más quieras, perdóname...

El pelirosa se separó de él, agachándose hasta quedar ambos a la misma altura. Posó suavemente una mano en el mentón del mayor y lo alzó, hasta que sus ojos se encontraron. Estaban en igualdad de condiciones, ambos con el rostro teñido de lágrimas, los ojos rojos y el labio tembloroso.

—... Yo solo le tengo una pregunta, hyung...

—¿C-Cuál es?

—¿Me ama?

YoonGi no respondió, solo esbozó una sonrisa dulce y se acercó al menor, tomando sus mejillas en sus manos, rozando sus narices hasta que sus labios se tocaron, danzando en un baile lento y tímido. Solo se separaron cuando el aire comenzó a escasear, ambos con las mejillas sonrojadas a más no poder.

—Te amo... ¿Crees que podamos comenzar de nuevo?

—Por supuesto, hyung —le sonrió suavemente, extendiendo una mano hacia él—. Soy JiMin.

—Hermoso nombre, JiMin. Yo me llamo YoonGi, el que conquistará tu corazón desde hoy en día.

Cartas a Hyung - myg & pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora