55

593 65 10
                                    

—¿Mocoso?

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

—¿Mocoso?

Se negó a darse la vuelta, haciéndose el sordo e intentando adentrarse a uno de los vestidores, sin embargo, el agarre repentino en su brazo lo detuvo.

—JiMin, mírame.

—No sé de quién está hablando, señor —dijo con la voz más grave que pudo, aún dándole la espalda al mayor—, mi nombre no es JiMin, yo me llamo Juan Pérez.

—Por supuesto —contestó con ironía—, y yo no soy humano. Ya mírame, niño.

YoonGi lo volteó con fuerza y JiMin se colocó las prendas frente a su rostro, impidiendo que el otro lo viera.

—¿Es enserio?

Hubo un forcejeo de ambas partes, tirando las ropas de un extremo a otro para cada uno lograr su objetivo. JiMin tenía que admitir que el mayor poseía más fuerza de la que demostraba, aunque debió suponerlo en la pelea cuando con un golpe tumbó a Kwan.

Tiraba del pantalón y del polo desviando la vista de YoonGi, como si eso fuera a servir de algo. Lanzando suaves empujones al contrario para alejarlo de él.

—¡JiMin, ya detente! Me estoy comenzando a enojar —Oh no, JiMin no quería ver a su hyung enojado, no con él, sin embargo, tampoco quería enfrentarlo y que le preguntara si era 'C.C', porque estaba seguro de que el más alto lo quería para eso y él, como siempre, sería incapaz de mentirle. Bueno, una vez lo hizo, pero quería morderse la lengua por eso. Forcejearon un poco más, jalando las prendas y batallando por la victoria—. ¡Park JiMin, juro que si no te detienes, te voy a...!

El sonido de algo rasgarse lo hizo callar, ambos abrieron los ojos como platos y prestaron atención al polo arcoiris que ahora casi carecía de una manga. El pelirosa se asustó tirando el pantalón al suelo y arrebatándole la prenda al mayor.

—No, no, no, no, esto no es bueno, ¿qué haré?

—Mierda. Oye, mocoso, lo siento, yo...

—AHHHH. —un grito los hizo saltar, voltearon encontrándose con una mujer que parecía ser la jefa del lugar y no se veía nada contenta.

No les tocó nada más que callarse y prepararse para el reclamo que les iba a llegar.

Cartas a Hyung - myg & pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora