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Soltó un suspiro, mirando la carta en sus manos temblorosas

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Soltó un suspiro, mirando la carta en sus manos temblorosas. Por alguna razón, el corazón no le dejaba de latir acelerado y su mente le gritaba que lo pensara otra vez, que era posible perder a su hyung. A su lado, TaeHyung lo miraba preocupado, sin embargo, apretaba su mano en señal de apoyo.

—Es posible que se dé cuenta, así como es posible que no. —le recordó.

—Quiero que sepa quién soy, Tae. Despacio, con pistas. Si no me descubre hoy, tendré oportunidades más adelante.

—También puede que crea que son dos personas distintas. Tú y C.C.

—... Lo sé —Cerró los ojos por un segundo, llenándose de valor. Soltó la mano de su mejor amigo, sonriéndole—. Voy a ver a hyung.

—Suerte, Mochi.

Se dio la vuelta y caminó los pocos metros que le quedaban hasta el aula del mayor. Entró, respirando aliviado cuando no vio al chico de la vez pasada. No quería volver a encontrarse con alguien así. A lo lejos, SeokJin alzó una mano al verlo, JiMin sonrió acercándose, sintiendo su pecho bombear con fuerza cuando distinguió a el cabello del mayor.

—Hyungs.

—JiMinnie.

—Mocoso —YoonGi se quejó cuando recibió un golpe en su nuca por el apodo— ¿Qué haces a...? ¿Qué es eso? —JiMin sintió su alma desfallecer. Creyó haber escondido bien la carta, pero un borde sobresalía de su bolsillo. Pensó en una y mil escusas, sin embargo sus cartas eran distintivas, los detalles no eran fáciles de copiar así que sabía que era imposible ocultarla. Extendió el sobre hacia YoonGi y el mayor lo tomó, abriéndolo— ¿De dónde lo sacaste?

—U-Un chico me lo dio. Dijo que era para usted. —inventó con miedo de ser descubierto.

—¿Quién? —El menor guardó silencio, nervioso— ¡¿Quién?!

—¡YoonGi!

—Necesito saber quién es.

—Esa no es la forma. Minnie solo entregó el recado, apuesto que no sabe nada al respecto —El menor negó con la mirada abajo—. ¿Ves? No tiene idea, idiota.

—¿Cómo era? —Su cuerpo tembló ante el tono grave del mayor.

—D-De mi porte...

—¿Algo más?

—Solo me fijé en eso...

YoonGi suspiró, dándole la espalda a ambos. Se suponía que le iba a entregar el sobre como todas las mañanas, ni por un segundo creyó verse descubierto. Se sentía fatal, tanto por el trato recibido como por mentirle a su hyung.
Sus ojitos se llenaron de lágrimas, dándose la vuelta y huyendo, ignorando los gritos de SeokJin.

Cartas a Hyung - myg & pjmDonde viven las historias. Descúbrelo ahora