A,B,C Creo que me enamoré! [Finalizada]

XX

El aroma de Izuku calmaba el corazón de nuestro pelirrojo, sentir como ambas cabezas de los dos omegas retosaban en su pecho era una sensación mágica, se sentía feliz, después de tantos años se sentía completo, pero su alfa interno no se sentía tranquilo, el aroma de frutos rojos seguía persistiendo en la punta de su nariz.

—Mina Ashido....quien serás.

Miró al par que dormían sobre el y sus párpados se cerraron con calma.

—Porfin estoy en casa.

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—MALDITO IDIOTA! ALFA IMBÉCIL! DESGRACIADO!

Apenas el sol salía a brillar y el griterío comenzó, que mal que Bakugo no se puso ningún tipo de protección a sus pobres oídos.

—Mierda, pensé que el estaría feliz de ver al pelos de mierda.

Aquél pequeño gato comenzó a moverse del pecho del alfa, camino sobre este para dar unas lamidas a su nariz, con calma se levantó de la cama, le escribió a Mina para que traiga a Eri en media hora y comenzó a caminar dónde estaba el griterío.

Llegó hasta la recamara saludando a Iida el cual se levantó por el golpe sordo que se dió a su pared.

Con calma abrieron la puerta de la recamara, Kota estaba tranquilamente sentado en medio de la cama con la tele encendida y a los lados de esta estaban el pecoso y el pelirrojo este último usando la cama como barrera contra el Omega.

Izuku levantó uno de los cuadros de Todoroki y lo lanzó hacía el de sonrisa puntiaguda.

—Mi conejito espera!

—COMO QUE CONEJITO DESGRACIADO DE MIERDA! TE VOY A ROMPER LA MALDITA CARA!

Por otra parte Iida veía con reproche al de ojos rojos, Izuku nunca diría tales groserías a menos de que alguien se tome el tiempo de enseñarle, Bakugo miraba a otro lado, no soportaba los ojos del de cabello azul recriminandole algo tan simple como las groserías.

—CREES QUE ES DIVERTIDO DEJAR A UN OMEGA ESPERANDO POR UNA SEÑAL DE VIDA DE TU PARTE?! SABES CUANTO LLORÉ?! MALDITO CRETINO!

Ahora lo que arrojó fue la pequeña mesita dónde se encontraba un florero.

—Ha! Sabía que le lanzaría un florero!

Bakugo se reía mientras que Kirishima lo veía con más reproche aún.

—Conejito por favor escúchame!, Mira mira! le estás dando mal ejemplo a Kota!

El pelinegro alzó la mirada y con calma respondió al mayor.

—Nah, esto es más común de lo que crees, se calmara después de ver que tú nariz sangra....a todo esto mamá puedo ir a ver la tele?

Izuku guardo sus colmillos y con todo el amor del mundo reflejado en su cara bajo el segundo florero y abrazo a su pequeño cachorro.

—Claro que si cariño.

Miró a ambos alfas plantados en la puerta.

—Iida, Kacchan y.....gatito de Kacchan? Vayan con Kota, hagan el desayuno y adelantense en comer, en unos minutos más bajo.

Esa hermosa sonrisa hizo que los cuatro contando con el gato bajen a la cocina a preparar el mandado.

Pero antes de cerrar la puerta Katsuki vio como Izuku cambio de golpe, sus colmillos crecieron, se subió a la cama tomo impulso y se abalanzó hacía el pelirrojo.