A,B,C Creo que me enamoré! [Finalizada]

XIV

Ten en cuenta que el pasado no se puede cambiar, borrar, editar o destruir.
Solo se lo supera y se acepta, algo que no muchos pueden hacer.

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—Por favor, diga que es mentira!
Dígame que él está bien! Que va a regresar!

—Lo lamento mucho señor Izumi, pero el falleció, no podemos hacer nada más, mis más sinceras disculpas, buenas tardes.

Y esas fueron las últimas palabras que escuché de los labios de aquel Suboficial de la fuerza aérea, me destrozó el corazón, no sabía que sentir, me sentía solo, abandonado, triste, sin ganas de vivir otro día más.

Esa noche lloré como un demente, como si me estuvieran quitando los órganos sin ningún tipo de anestesia, no sabía que más hacer, la tristeza se apoderaba de mí.

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—IZUKU!!!! Done estás? Abre la bendita puerta! Ya vas una semana allí dentro ya sal!

Sentía como la luz penetraba con descaro a mi habitación, no quería moverme, los ojos se sentían sumamente pesados, hace cinco días que fue el entierro de mi amado alfa, lo único que hacía en ese momento era llorar y dejar que mi corazón vacíe todo lo que contenía, desde ese entonces no salgo de mi departamento, a excepción de ir por un trago y despertar aquí.

Mi boca tenía un sabor amargo, algo asqueroso para mí, pero no me importaba, me levanté de la cama y alcé aquella botella de vidrio con tan delicioso néctar que calma a mi corazón.

Sin más fui a abrir la puerta para que vean que estoy vivo y qué nada malo pasa.

—Que quieren?

—Te vez horrible Deku-kun!

—Izuku apestas a alcohol! Sabes que eso es malo para el bebé?

—bebé? De que bebé hablan? Estoy yo solo en mi inmundicia, así que déjenme tranquilo!.

Quería cerrar la puerta, no sabía de lo que me hablaban hasta que una cachetada me hizo volver a mis cinco sentidos, bueno casi.

—Izuku, ahora mismo nos dirás dónde está Kota.

Uraraka se veía muy seria y Todoroki estaba llamándome Izuku, el nunca aceptó la relación que tenía con mi alfa como todos los demás, pero la cara de ambos me hacia dar un escalofrío, como si fuera muy importante, aún no sabía quién era ese bendito "Kota", pensándolo bien me gustaba el nombre y decidí que ese sería el nombre para mi bebé..... Bebé?

—Kota!

Con todas mis fuerzas corría por el maldito apartamento, no encontraba en ningún lado a mí pequeño Kota, mis lágrimas opacaban mi visión, todo estaba dando vueltas a mi alrededor, hasta que llegué al cuarto donde hacía mis trabajos de los niños de primaria.

No veía nada, no olía nada hasta que por error empujé un bulto que empezó a moverse y a llorar sumamente débil, me caí al lado de aquel bulto, mi cuerpo ya no daba para más.