26- LA LUNA DE SANGRE

1.4K 245 89
                                    

.
.
.
.
.
.

Valentina Pov.

Yo escuchaba atentamente lo que mi novia me decía, la sentí un poco enojada al hacerlo. Ni siquiera me dejó decir algo más y salió rápidamente de la habitación.

Lo pensé un poco y luego fui tras ella.

Al bajar las escaleras me encontré con el padre Esteban, quien se había dado cuenta de que estábamos peleadas. Así que se tomó el atrevimiento y me aconsejó, no me molesté por ello.

Después de aquel consejo se despidió de mí, luego lo vi decirle algo a Juliana, quien estaba sentada en el jardín. Ella lo miró y asintió con la cabeza y él se marchó.
Yo no tenía idea qué le había dicho el padre, pero me imagino que la aconsejó igual que a mí.

—¿podemos hablar, Juls? — le pregunté parada detrás de ella

Ella suspiró antes de decirme algo.

—no quiero discutir, Val. Y menos contigo— respondió segundos después. Yo me senté a su lado

—yo no quiero que discutamos. Yo quiero que hablemos, chiquita— le dije acariciando su espalda. Ella me miró y sonrió

—perdón por haberte hablado así y luego irme de esa manera— me dijo desviando su mirada con vergüenza

—perdóname tú a mí. Creo que debí valorar más todo lo que hiciste por mí; prácticamente arriesgaste tu vida para salvar la mía

Ella me miró y empezó a acariciar mi mejilla.

—yo haría todo por ti, Val. Yo no podía permitir que esas personas te hicieran daño, jamás permitiría que alguien lo hiciera— dijo mirándome fijamente a los ojos— Yo te amo Valentina. Te amo, y quiero que estemos juntas por siempre

—yo también te amo, chiquita— le dije con sinceridad, antes de empezar a besarla

Nos fuimos acostando lentamente en el césped, ella quedando encima de mí, mientras hacíamos el beso más intenso.

—te deseo tanto— susurró entre mis labios mientras desataba mi camisón, hasta lograr dejar mis pechos descubiertos— me moría de ganas por tenerte así, junto a mí— dijo acariciando mis pechos

—te extrañé, Juls. Te extrañé mucho— le dije y ella me dio un tierno beso en los labios, antes de empezar a besar mis pechos

Fue bajando lentamente por mi abdomen mientras retiraba mi tanga, la cual le ayudé a retirar. Dejó un tierno beso sobre mi pelvis, abrió un poco mis piernas y luego empezó a besar mi centro húmedo.

—ahh— gemí bajo y cerré mis ojos al sentir su lengua sobre mi clítoris— ah, Juls— susurré su nombre en medio de gemidos, mientras le acariciaba el cabello

Ella continuaba haciéndome un rico sexo oral, algo que me volvía loca de excitación. En verdad extrañé mucho a mi chiquita, la deseaba tanto que, fue muy fácil y rápido mi orgasmo. Sé que ella también me extrañaba y deseaba mucho,así lo sentí cuando me hacía suya.

Pasamos toda la tarde haciendo el amor, quitándonos todas esas ganas y deseo que teníamos, mientras expresábamos nuestros sentimientos una a la otra.

—te amo tanto— le dije acariciando su cabello y mirándola fijamente a los ojos. Ella me sonrió

Estábamos envuelta entre las sábanas, desnudas, y muy agotas.

—yo también te amo, mucho— me dijo y noté que sus pupilas estaban totalmente dilatadas— quiero que nos vayamos, Val. Vámonos lejos

Me sorprendí un poco al escuchar lo último que dijo.

EL Candelabro De Oro| CONCLUIDADonde viven las historias. Descúbrelo ahora